El aberrante caso de una mujer que afronta 230
años de cárcel por violar a sus hijas y distribuir el material
pornográfico, para complacer a su amante dejó a la comunidad de una sola
pieza.
MUNDO.- Ana Isabel C.S y José Ll. M se
conocieron por Internet y empezaron una relación sentimental virtual,
que se convirtió rápidamente en una serie de encuentros sexuales por
chat y Skype.
Pero no era suficiente, José le pidió a Ana Isabel que tuviera
relaciones sexuales con sus dos hijas. Y ahí empezó un camino de
aberraciones con las pequeñas, quedando registradas en fotografías y
videos.
En el material probatorio contra la pareja, se evidencian tocamiento,
posturas y prácticas sexuales entre y con la madre. Además les exigía
meter diversos objetos en su vagina y ano, como una botella de vodka.
También se descubrió que incluso extrajo semen del padre de las
pequeñas, lo guardo y se lo dio a beber a las niñas.
La mayor de las hijas manifestó que no quería hacerlo, y la mujer le
dijo que "tenían que hacer lo que tenían que hacer ya que si no, les
pegaría". Así mismo, las amenazaba con castigarles si contaban a alguien
lo que sucedía.
Los procesados deberán responder por los delitos
de elaboración de material pedófilo, y otros quince delitos de agresión
sexual contra las dos hijas de la mujer de 8 y 5 años de edad. También
debió indemnizar a las menores con un monto de 100.000 euros.
Esta madre drogó a su hija de 10 años para que unos hombres la violaran y la mutilaran.