Redacción Central
Esta pequeña mujer prometió tener más hijos mientras sostenía a su bebé número tres.
A
Stacey Herald, de 36 años, y de apenas 73 centímetros de altura, se le
aconsejó no quedar embarazada porque un bebé podría crecer demasiado y
aplastar sus pulmones y su corazón.
Pero
la decidida Stacey, de Kentucky, ha desafiado con éxito a los doctores
tres veces. Ahora ella y su esposo Wil, de 27 años, están pensando en
tener más bebés.
Stacey tiene una rara
enfermedad genética llamada Osteogénisis Imperfecta, que causa pulmones
subdesarrollados y huesos quebradizos. Ella dijo: "Tres niños es mucho
en este momento, pero puedo imaginarme con más bebés en el futuro."
"Escuchamos
a los médicos y los respetamos, pero no siempre lo hacen bien. Así que
decidimos hacer lo que creemos es mejor para nosotros", agregó.
Malachi,
de siete meses, heredó la condición de su madre, junto con la hija
mayor, Kateri, de tres años. La segunda hija, Makya, es de tamaño
promedio.
"Malachi nació sin huesos rotos",
dijo Stacey. "Las personas con nuestra condición a menudo nacen con los
brazos y las piernas rotas porque nuestros huesos son frágiles".
Pero
Malachi tuvo que ser colocado en una incubadora en cuidados intensivos.
A los 17 días de edad, enfermó gravemente de un virus y luego, a las
cuatro semanas, sufrió de una hernia que amenazó su vida.
"En un momento nos dijeron que su corazón
se había detenido y pensamos que no podría sobrevivir", dijo Stacey.
"Pero, afortunadamente, los doctores lograron salvarlo. Nos pareció un
milagro."
Malachi se hizo más fuerte y
finalmente pudo regresar a casa. Stacey ahora está aprendiendo a ser una
mamá de tres, y la pareja hizo adaptaciones especiales a su hogar.
"Le
he dicho a las niñas que todos son especiales, pero que deben tener
cuidado con Malachi hasta que sea un poco mayor", dijo Herald.
El
Sr. Herald se ocupa de la alimentación nocturna y el cambio del pañal
porque es demasiado difícil para Stacey, aunque sí amamanta al bebé
durante el día.
También baña a los niños y
cambia pañales usando una plataforma especial construida para ella. Los
armarios de la familia están organizados para que pueda alcanzar todo lo
que necesita cuando su marido no está en casa.
"Estamos
bastante ocupados", dijo ella. "Dormir es algo que realmente
extrañamos. Tres niños serían un reto para cualquiera, incluso para
gente de tamaño normal."
Stacey, que usa una silla de ruedas, lucha para lidiar con su hija Makya, que ya es más alta que ella.
"No
puedo detener físicamente a Makya si está molesta", dijo. "Es demasiado
grande para mí ahora, así que Wil tiene que ocuparse de ella."
Stacey
cree que el nuevo bebé la ha acercado aún más a su marido. "No creí que
fuera posible amarlo más", afirmó, "Pero, desde que tuvimos a nuestro
hijo, creo que me enamoro de Wil un poco más cada día."
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