Redacción Central
SANTO DOMINGO.- El presidente cubano Raúl Castro advirtió este viernes que su país no renunciará a la independencia para lograr normalizar sus relaciones con Estados Unidos, ni a su derecho de elegir "el sistema económico, político y social que desee".
"Nadie debe pretender que Cuba, para normalizar las relaciones con los Estados Unidos, abandone la causa de la independencia", afirmó Castro ante ministros y dirigentes de su país, en una declaración por el primer aniversario del deshielo entre Washington y La Habana.
"El pueblo cubano no renunciará a los principios e ideales por los que varias generaciones de cubanos han luchado a lo largo de este último medio siglo. El derecho de todo Estado a elegir el sistema económico, político y social que desee, sin injerencia de ninguna forma, debe ser respetado", agregó.
El lunes el presidente estadounidense Barack Obama dijo que consideraría visitar Cuba el próximo año si pudiera constatar avances en materia de derechos humanos y conversar con disidentes y miembros de una oposición que el Gobierno de Castro considera ilegal.
"Cuba tiene total disposición a continuar avanzando en la construcción de una relación con los Estados Unidos que sea distinta a la de toda su historia precedente, sobre bases de respeto mutuo a la soberanía y la independencia, que sea beneficiosa para ambos países y pueblos, y que se nutra de las conexiones históricas, culturales y familiares que han existido entre cubanos y estadounidenses", dijo Castro.
El 17 de diciembre de 2014 ambos países sorprendieron al mundo con un anuncio histórico de deshielo de su diferendo histórico de medio siglo. El 20 de julio restablecieron relaciones diplomáticas e iniciaron un proceso de "normalización" de sus relaciones, que ambos presidentes estiman será largo.
"El Gobierno de Cuba seguirá insistiendo en que para alcanzar la normalización de las relaciones, es imperativo que el Gobierno de los Estados Unidos elimine todas estas políticas del pasado, que afectan al pueblo y a la nación cubana, y no se corresponden con el contexto bilateral actual", dijo Castro.
En ese sentido citó la persistencia del embargo económico vigente desde 1962, la ocupación de una parte del territorio cubano con la Base Naval de Guantánamo y las transmisiones de radio y televisión dirigidas a la desestabilización política.
También aludió a una política migratoria que "estimula una emigración ilegal, insegura, desordenada e irregular, promueve el tráfico de personas y otros delitos conexos, y genera problemas a otros países".
Señaló además que las medidas dictadas por Obama en enero y septiembre de este año para flexibilizar el embargo "aunque positivas, han demostrado tener un alcance limitado, lo cual ha impedido su implementación".
SANTO DOMINGO.- El presidente cubano Raúl Castro advirtió este viernes que su país no renunciará a la independencia para lograr normalizar sus relaciones con Estados Unidos, ni a su derecho de elegir "el sistema económico, político y social que desee".
"Nadie debe pretender que Cuba, para normalizar las relaciones con los Estados Unidos, abandone la causa de la independencia", afirmó Castro ante ministros y dirigentes de su país, en una declaración por el primer aniversario del deshielo entre Washington y La Habana.
"El pueblo cubano no renunciará a los principios e ideales por los que varias generaciones de cubanos han luchado a lo largo de este último medio siglo. El derecho de todo Estado a elegir el sistema económico, político y social que desee, sin injerencia de ninguna forma, debe ser respetado", agregó.
El lunes el presidente estadounidense Barack Obama dijo que consideraría visitar Cuba el próximo año si pudiera constatar avances en materia de derechos humanos y conversar con disidentes y miembros de una oposición que el Gobierno de Castro considera ilegal.
"Cuba tiene total disposición a continuar avanzando en la construcción de una relación con los Estados Unidos que sea distinta a la de toda su historia precedente, sobre bases de respeto mutuo a la soberanía y la independencia, que sea beneficiosa para ambos países y pueblos, y que se nutra de las conexiones históricas, culturales y familiares que han existido entre cubanos y estadounidenses", dijo Castro.
El 17 de diciembre de 2014 ambos países sorprendieron al mundo con un anuncio histórico de deshielo de su diferendo histórico de medio siglo. El 20 de julio restablecieron relaciones diplomáticas e iniciaron un proceso de "normalización" de sus relaciones, que ambos presidentes estiman será largo.
"El Gobierno de Cuba seguirá insistiendo en que para alcanzar la normalización de las relaciones, es imperativo que el Gobierno de los Estados Unidos elimine todas estas políticas del pasado, que afectan al pueblo y a la nación cubana, y no se corresponden con el contexto bilateral actual", dijo Castro.
En ese sentido citó la persistencia del embargo económico vigente desde 1962, la ocupación de una parte del territorio cubano con la Base Naval de Guantánamo y las transmisiones de radio y televisión dirigidas a la desestabilización política.
También aludió a una política migratoria que "estimula una emigración ilegal, insegura, desordenada e irregular, promueve el tráfico de personas y otros delitos conexos, y genera problemas a otros países".
Señaló además que las medidas dictadas por Obama en enero y septiembre de este año para flexibilizar el embargo "aunque positivas, han demostrado tener un alcance limitado, lo cual ha impedido su implementación".