viernes, 2 de abril de 2010

Las voces de los niños y jóvenes en el PDNA



Por Elisa Amparo
Editora de Artes, Cultura y Espectáculos

SANTO DOMINGO.Plan Internacional en colaboración con UNICEF se encuentra liderando un proyecto encaminado a incluir las voces de los niños en el proceso de Evaluación de Necesidades Post-Desastre (PDNA, por su sigla en inglés).
Nuestra meta es incorporar las voces de 1.000 niños en dicho proceso a través de grupos de discusión caracterizados por un ambiente acogedor, organizados en nueve departamentos del país: Oeste, Noreste, Sudeste, Artibonito, Nippes, Sur, Noroeste, Grand’Anse y Centro. En las discusiones se abordarán temas relativos a cuestiones de género, discapacidad, vulnerabilidad, acceso a servicios básicos, reducción del riesgo ante desastres, participación en la toma de decisiones y mecanismos de responsabilidad por los resultados en el proceso PDNA.
Se espera que las conclusiones derivadas de esta encuesta formen parte de los planes de reconstrucción de Haití en la conferencia programada para el 31 de marzo, en la sede de la ONU, en Nueva York. En la misma, participarán donantes representantes del gobierno haitiano, expertos internacionales y representantes del Banco Mundial

Justificación

Habida cuenta que la mitad de la población de Haití es menor de 18 años, el desarrollo del país no será posible sin una transformación positiva de la calidad de vida y el futuro de los niños haitianos. El indicador que identifique el avance hacia una sólida estructura política, económica y social de Haití debe ser medido frente al bienestar y expectativas de los niños haitianos, en particular, los más vulnerables (niñas, niños con necesidades especiales, huérfanos, niños VIH positivos, y otros).
Incluso antes del terremoto, el 76% de la población de Haití vivía en condiciones de pobreza en tanto que el 56% lo hacía sumido en condiciones de extrema pobreza. Las tasas de mortandad infantil son inaceptablemente altas; los niños que sobreviven suelen exhibir altos índices de desnutrición. La gran mayoría de los niños y sus familias no tienen acceso a agua limpia; la mitad de las familias haitianas tampoco tiene acceso al cuidado de la salud y prácticamente la mitad de los niños en edad escolar no asiste a la escuela.
El masivo terremoto del 12 de enero destruyó a numerosas familias, cobró cerca de 230 mil víctimas fatales y desplazó a más de un millón de personas. Entre los afectados, los niños representan el grupo más vulnerable, en tanto que un mes después del terremoto su supervivencia, protección y desarrollo se ven crecientemente en riesgo.
El objetivo de este proyecto es reconocer y respetar el derecho de los niños y jóvenes haitianos de participar en los esfuerzos de reconstrucción posteriores al terremoto.
Se espera que el equipo de PDNA, los centros de coordinación del PDNA y otros actores (las ONG humanitarias, instituciones académicas, distintos medios de comunicación) reconozcan las necesidades de los niños y jóvenes y del valor que aportan a los esfuerzos de recuperación y reducción del riesgo ante futuros desastres. Asimismo, aumentar la capacidad de los niños, las niñas y las y los jóvenes de participar directa o indirectamente en el proceso PDNA, actuar en la promoción de sus derechos y fortalecer su futura seguridad.

Resultados de la encuesta

De acuerdo a una importante encuesta, ‘RETORNAR a la escuela’ es el deseo más ferviente de la mayoría de los jóvenes que habitan Haití, país recientemente asolado por un devastador terremoto.
Plan observó que, en la actualidad, el deseo más ferviente de los jóvenes haitianos es regresar a la escuela y retomar su educación. Otra prioridad en su larga lista es la necesidad de contar con mejores viviendas y servicios de agua, salud y transporte. Asimismo, expresaron su deseo que el mejoramiento de los servicios básicos se extendiera a las provincias y no se concentrara en la capital, Puerto Príncipe, una ciudad ya hacinada y llevada más allá de sus límites. Por último, entre sus principales preocupaciones se cuentan problemas de seguridad y la inquietud de saberse mal preparados para enfrentar futuros desastres.
“Sinceramente espero volver a la escuela ya que creo que uno no es nadie en la vida sin conocimientos. Antes del 12 de enero, no me habían enseñado ni informado sobre desastres naturales. Pienso que debemos estar mejor preparados para enfrentar posibles terremotos y evitar una construcción no regulada”, comenta un adolescente de 16 años
En las palabras de Roger Yates, Director de Desastres y Respuesta Humanitaria de Plan, “Si se dispone de recursos, ésta será una excelente oportunidad para mejorar, durante esta generación, la situación del país y reducir la vulnerabilidad que permitió se provocara una crisis tan seria. Si deseamos que el proceso de reconstrucción traiga beneficios de largo plazo, se deben abordar las prioridades expresadas por los niños”.

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