lunes, 28 de junio de 2010

Porque Crece el Consumo de Drogas en República Dominicana


Por la Redacción Central

SANTO DOMINGO. Hablar del consumo de drogas en república dominicana, se ha convertido en un tema común del diario vivir de las personas, de los políticos, de los empresarios y porque no, de los traficantes y los consumidores, que nuca se sabe a cuál de estos grupos pertenece.
Al hablar sobre el tema, seré crudo y un poco directo, las drogas, es uno de los problemas sociológicos, psicológicos e industriales, más dañinos, y con la menor definición política y moral. Porque proceden desde todas las posiciones del mal, de la maldad, de la perversidad, del genocidio infantil y juvenil; que derriba valores, con sólo substancias, plantas y mezclas de laboratorio. Hablamos del mundo de la drogadicción, castigo con o sin perdón de miles de seres humanos. Madres y padres que ven destruidas las vidas de sus hijos, adolescentes y jóvenes, y de niños en muchas ocasiones.
Si los seres humanos que han caído abatidos por causas de las drogas pudieran hablar, seguro que hablarían de sus errores y arrepentimiento. El consumo de drogas es una realidad palpable, que nos muestra como nuestros jóvenes universitarios, secundaria y porque no mencionar los de la primaria, cambian sus estilos de vida, por hábitos marginados y depravados.
La carencia de educación preventiva, la falta de oportunidades, la falta de preparación de los llamados a educar nuestros hijos (maestros), y la falta de intervención por parte de las autoridades competentes, es la manera más rápida de huída, como planteamiento a desarrollar en el mundo de la drogadicción, adquirir el papel de verdugo o de víctima. Llamemos buenos o malos, en mayor o menor grado implicados.
La producción de estupefaciente en manos de la mafia puede considerarse como el peor comercio de finales del siglo XX y lo trascurrido del siglo XXI, aunque, el más exitoso en materia económica. Sin olvidar al pequeño mafioso, que en su mismo barrio, y en el ámbito donde se mueve, es como una telaraña que destruye al vecino y al compañero.
Es importante que se cree un plan global, considerando la prevención como la estrategia más importante, que impulse la sensibilización social, dando a su vez una participación más directa a las instituciones sociales, como Casa Abierta, CIJUPD, Hogar Crea e instituciones afines, y la participación de la comunidad para aumentar la eficacia de la intervención en cuanto al consumo de drogas.
Es triste reconocer que el sufrimiento de los inocentes es prefabricado por delincuentes, inmorales y traficantes a mayor y menor escala.
Cabe destacar que el negocio es rentable y que las formas de comercializar, van de la mano con la debilidad del individuo, las penas y pobrezas, y sobre todo tapando las verdades de los traficantes de cuello negro.
La prevención, el mover político y buen hacer, debe ser tomado en serio. El sentir de la huida, de la cobardía, del no enfrentarse a los problemas y quehaceres diarios, motiva la degradación de la juventud.
Cabe destacar que el diálogo con los adolescentes, formando por valores e informando de las consecuencias de los peligros y del consumo de estupefacientes es la forma idónea para combatir este mal, que crece cada día.
El diálogo directo y constate con jóvenes previene, y ese es el rol que deben asumir las entidades llamadas a crear oportunidades y facilidades, a la prevención, el deporte, la cultura y la educación, (Ministerio de la Juventud, de Educación, de deportes, Consejo Nacional de Drogas, Etc.) para que existan mecanismos loables que garanticen una reducción eficaz del consumo de drogas en nuestro país

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