Por Marcos Dominici B.
El autor es periodista,
Director de Diario Metropolitano.
La valoración a la fecha que tiene la gente sobre la dinámica estatal desarrollada por las actuales autoridades, que de alguna manera ha sido recogida en los resultados publicados recientemente por la encuesta Gallup-Hoy, parece presagiar un escenario sombrío, no solo para el futuro político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), sino también, y más importante aún, para el futuro del país.
Según esos resultados, más de la mitad de la población está descontenta con el gobierno del presidente Leonel Fernández, y el 63% de los dominicanos percibe que ahora hay más corrupción, de acuerdo a la firma encuestadora.
Según los datos, casi 60 de cada cien dominicanos, al margen de sus simpatías políticas, desaprueba la forma de gobierno del Presidente Fernández.
Un 28.3% de la población le otorga un “Visto Bueno” a su gobierno, mientras que un 10por ciento de esta no aprueba ni desaprueba su desempeño como Presidente de la República. Así mismo, el 31% de los dominicanos dice aprobar la forma en que Fernández dirige el país.
Por encima de esto, otros manifiestan que fruto de la situación de crisis que se vive en la actualidad, la valoración de los dominicanos debió de ser un 80%, por entender que el gobierno de Leonel Fernández no ha resuelto ninguno de los problemas sociales que afectan a la población.
En términos generales el escenario no parece lucir muy halagador para los que ahora administran el Estado, pese a que el propio presidente de la nación, el profesor Leonel Fernández, ha dado más que muestras del esfuerzo que está desarrollando para llevar “a puerto seguro” la difícil nave nacional.
Sabido es que el alza de los combustibles y de algunos alimentos de la canasta básica del dominicano, se debe a factores externos por la constante subida de los precios del petróleo a nivel internacional, fruto de la especulación.
En el plano local, ciertamente ha de preocuparnos también el auge de la delincuencia y la criminalidad, elementos que no dejan de ser un dolor de cabeza que trastorna la paz social.
Sin embargo, aunque el panorama luzca tan desastroso hay que poner los pies sobre la tierra, y no mostrarnos los dominicanos como seres tan insensibles -por no usar otro término- al negarnos reconocer los múltiples esfuerzos que ha venido realizando el gobernante dominicano en procura de mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Un acto de prudencia que hablaría muy bien de nosotros, sería detenernos un poco a la reflexión, propiciarnos un cambio de consciencia, aportar con el trabajo lo poco o mucho que podamos aportar, y creernos que siempre el futuro será mejor que el presente.
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