lunes, 9 de mayo de 2011

Proverbios 9:10 “Todo el que quiera ser sabio que comience por obedecer a Dios; conocer al Dios santo es dar muestras de inteligencia”


Familia Mondragon
Sección de Opinión

Proverbios 9:10 “Todo el que quiera ser sabio que comience por obedecer a Dios; conocer al Dios santo es dar muestras de inteligencia”¡Sé sabio! ¿Alguna vez se lo han dicho? Seguro que cantidad de veces y muchas personas. Oh sí a mi también. Y cuando lo leí me hice muchas preguntas acerca de que significaba ser sabio. No sé usted mi querido hermano(a) pero yo me imaginé que ser sabio era un hombre con muchos libros a su alrededor, que le fascinaba la lectura. Sin embargo, luego de una prédica mis ojos vieron la luz.
Entonces entendí que ser sabio no es aquel que tiene más de dos carreras universitarias, doctorados y maestrías a cuestas, ni mucho menos aquel que cuestiona creyendo que lo sabe todo y a veces por gusto. Ser sabio no es aquel que no come ni duerme por leer miles de libros de diferentes materias. SER SABIO ES AQUEL QUE DECIDE INCLUIR A DIOS EN TODA SU VIDA. Ser sabio es aquel que se interesa en conocer a Dios un poquito más todos los días.
Amigo (a) ser sabio es saber elegir entre lo bueno y lo malo. Una persona sabia es aquel que acepta que se equivocó, pide perdón y aprende de su error (siendo todo esto solo conocimientos y si no lo acompañamos de la sabiduría que proviene de Dios, créame que no hará ningún efecto para su edificación como cristiano). Ahora no vaya a pensar que estoy en contra de estudiar en los colegios, universidades, institutos, etc. Por supuesto que no..
A lo que me refiero es que necesitamos ser sabios y como dice el proverbio. Buscar a Dios, interesarse en Èl son las primeras señales de sabiduría.
Ser sabios debería ser nuestro anhelo y claro que debemos trabajar en ello a diario. Para ello le invito que lea la palabra de nuestro Padre, y especialmente el libro de Proverbios. Fascinante, fabuloso, impresionante. Ese libro nos remueve las neuronas. En la prédica que recibí, el pastor dijo que la sabiduría era como vitaminas para nuestro cuerpo. Y así como nos tomamos una vitamina para fortalecer nuestro cuerpo, pues un versículo de Proverbios fortalecería nuestro espíritu, que muchas veces lo dejamos morir de hambre; mientras nos preocupamos más por el estómago, que en ocasiones se enferma de tanta comida que le echamos.
Pidámosle a Dios que nos de sabiduría y discernimiento para hacer las cosas correctamente. Algunos de los resultados que usted verá en su vida será que ya no discutirá con aquella vecina que se empecina en echarle basurita a la acera de su casa, en vez de renegar con sus hijos podrá darles un consejo sabio cuando se equivoquen, o quizás usted que no sabe si aquella muchacha que acaba de conocer y que le vislumbró es en realidad la ayuda idónea que tanto le ha pedido a Dios. Vamos anímese vera que los cambios en su conducta lo dejara sorprendido.

1 comentario:

Carlozsba dijo...

calla sonso obedecer a dios no sabes ni lo que hablas