Por la Redacción Central
SAO POULO, BRASIL.- Las apuestas y quinielas fallaron en esta edición ya que no fueron las latinas, favoritas en este concurso de belleza, las que lograron conquistar la corona (en los últimos diez años, siete Misses han sido latinas).
Por primera vez Angola se llevó el título convirtiendo a su representante en el centro de todas las miradas. Leila Lopes, de 25 años y 1,79 de altura, es estudiante de administración de empresas y supo conquistar al jurado con su naturalidad y elegancia.
Con los nervios a flor de piel se enfrentó a una de las pruebas de la velada que más comentarios provocan el día después, la pregunta. Sin embargo salió airosa con una respuesta sencilla y directa. ¿Qué parte de tu físico cambiarías si pudieras? le dijeron.
La bella aspirante replicó que “está muy contenta y agradecida por su físico y que no se cambiaría nada”, confesando además que está muy orgullosa de “poseer también belleza interior y una gran educación, gracias a sus padres”.
Leila se impuso a finalistas como Ucrania, Brasil, Filipinas y China, aunque las dos primeras se hicieron con la plata, la ucraniana Olesia Stefanko, y el bronce, la brasileña Priscilla Machado, respectivamente.
En el momento en que recibió la corona de manos de la mexicana Ximena Navarrete, su predecesora, Leila no pudo contener las lágrimas. “Ahora voy a tener que trabajar y voy a tratar de mantener los pies en la tierra. Gracias Dios, muchas gracias. Fue lo que pedí. Cumplí mi sueño, soy Miss Universo” dijo emocionada.
Aunque sus nombres habían sonado en algunas apuestas, Miss Venezuela junto con Miss Kosovo, otra gran favorita, quedaron eliminadas tras el desfile de bikinis. Tampoco la española Paula Guilló logró hacerse un hueco entre las 10 finalistas.
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