miércoles, 19 de octubre de 2011

La polvareda que levantó Felipe Calderón: Exclusiva de Univisión


Por la Redacción Central

Después de una entrevista con un periódico estadounidense, de cara al proceso electoral en México y en medio de una cruel batalla contra el narco, el presidente Felipe Calderón levantó una polvareda.
obligadas del presidente mexicano

MÉXICO – Luego de que se desataran las inconformidades por las declaraciones del presidente mexicano Felipe Calderón al periódico estadounidense The New York Times sobre supuestas intenciones del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) de pactar con el narco, el gobierno federal ha tenido que salir a hacer aclaraciones para matizar la aseveración.
Ya el PRI presentó una inconformidad ante el Instituto Federal Electoral por las declaraciones del mandatario, al que acusan de pretender inclinar las preferencias de los electores de cara al proceso electoral de 2012, donde México elegirá presidente y donde –según las más recientes encuestas—el mejor posicionado es el priísta ex gobernador del céntrico Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Tras la difusión de la entrevista, la Presidencia de la República emitió un comunicado en el que precisa que el mandatario hizo alusión directa al priísta Sócrates Rizzo, quien habría dicho, según el comunicado-: “nosotros nos arreglábamos con los criminales y no pasaba nada”.
Luego, recuerda versión digital del periódico mexicano Milenio, el secretario de Gobernación (ministro de Interior), Francisco Blake, salió a matizar que Calderón nunca dijo que el PRI como institución tuviera la postura de pactar con el narcotráfico.

Funcionarios le salieron al paso

Más adelante, la vocera del gobierno federal, Alejandra Sota, afirmó en entrevista radiofónica que la confusión derivó de una pregunta específica de un reportero del diario.
“Aludió en concreto a priístas que sostienen esta tesis, en concreto al ex gobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo, que en una conferencia ante estudiantes de la Facultad de la Universidad Autónoma de Coahuila manifestó, pues esta situación de, insisto, entre comillas, que de alguna manera se tenía resuelto el problema del tránsito de droga”, precisó.
La funcionaria también afirmó que el gobierno federal no comparte la idea del ex presidente Vicente Fox –correligionario y predecesor, por cierto, de Felipe Calderón--, de que dialogar con los narcos sea una opción para frenar la ola de violencia en el país. Dijo que a los criminales se les debe enfrentar conforme a la ley, citó Milenio.
Nuevamente, Francisco Blake, salió al frente a dar un espaldarazo al jefe del Poder Ejecutivo mexicano. “Yo no veo dónde esté lo sucio, ni tampoco veo en dónde está la guerra”, dijo ante el cuestionamiento de si las afirmaciones de Calderón se trataban de una guerra sucia. “De ninguna manera, ahí sí lo rechazo categóricamente”, dijo sobre las posibles motivaciones electorales que pudo haber tenido el mandatario al hacer las declaraciones a The New York Times.
En tanto, una de tantas voces de priístas que se alzaron por las declaraciones de Calderón, fue la del coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas.
“Si todos nos vamos a pasar acusándonos de una cosa u otra, lo único que estamos haciendo es tensar las relaciones entre nosotros mismos y hacer inútil e improductivo el trabajo que tenemos que hacer conjuntamente, porque finalmente, en la Cámara de Diputados estamos todos para trabajar con un mismo objetivo, que es beneficiar a los ciudadanos”.

Viejas declaraciones salen a la luz: ¿Se beneficia a 'El Chapo'?

Durante la misma entrevista a The New York Times, Felipe Calderón fue cuestionado sobre por qué ha sido tan difícil capturar a uno de los capos –sino es que el más—con mayor poder en el mundo del narcotráfico, el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
El mandatario, entonces, salió al frente diciendo que “El Chapo” podría estar viviendo tranquilamente en Estados Unidos, y que por esa razón su mujer dio a luz en el vecino del norte de México.
Joaquín “El Chapo” Guzmán se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, en enero de 2001, durante el sexenio de Vicente Fox. El ahora ex presidente Fox ha insistido en que el gobierno de Calderón debería pactar con el narco, y de este modo frenar la violencia. Igualmente, Fox se ha pronunciado por la legalización de las drogas como método para detener el narcotráfico. Estas posturas han sido --como ya se mencionó-- rechazadas por el gobierno actual.

El 14 de enero de 2010, la versión digital del periódico mexicano La Jornada publicó que, con las detenciones que se habían dado hasta entonces y la “imposibilidad” del gobierno de Calderón de volver a capturar a “El Chapo” Guzmán y de detener a Ismael “El Mayo” Zambada, podía llegarse a la conclusión “de que el gobierno mexicano está aplicando la estrategia de la negociación con el crimen organizado”.
Las declaraciones fueron hechas por Edgardo Buscaglia, abogado, economista y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), al medio.

¿A dónde va la lucha?

De acuerdo al experto, citado en La Jornada, la intención del gobierno de Calderón era que el cártel de Sinaloa se consolidara para fines del sexenio, y que entonces el presidente se pudiera “sentar a negociar reducciones de violencia y reducciones de tráfico de bienes y servicios ilícitos, a fin de que termine su administración con la apariencia mediática de que triunfó en su errónea guerra al crimen”.
El estudioso advirtió que el problema de negociar con el narco es que “si lo haces desde un Estado débil como es el mexicano, si te sientas a negociar con ellos, tienes también que empezar a flexibilizar tus reglas del juego ante el grupo criminal”, citó La Jornada.
Y ante esto, la consecuencia sería que “el grupo delictivo, ya fortalecido y convertido en un monstruo indestructible, capturaría aún más al Estado mexicano hasta el punto de poder doblegarlo completamente”.
“Para ganar la guerra a la criminalidad organizada–concluyó citando el artículo de La Jornada—hay que comenzar una verdadera limpieza a las estructuras policiacas, militares y de gobierno que están parcialmente capturadas por el narco”.
Pero la de Buscaglia no fue la única voz que se pronunció sobre un supuesto favorecimiento del Gobierno Federal al cártel liderado por “El Chapo” Guzmán.
Tantos fueron los pronunciamientos en ese sentido que el entonces vocero en Materia de Seguridad, Alejandro Poiré dedicó una serie de publicaciones a desmentir los supuestos mitos que se crearon en torno al combate a la delincuencia organizada, y la versión de los supuestos beneficios al cártel de Sinaloa fue uno de ellos.
“Joaquín 'El Chapo' Guzmán es un prófugo cuya organización delictiva daña a la sociedad al igual que otros liderazgos criminales que deben ser presentados ante la justicia. Como otros delincuentes de alta peligrosidad, está siendo perseguido por las Fuerzas Federales con el mismo acecho y firmeza, y su organización delictiva está también siendo combatida con la misma contundencia que otras bandas criminales (…)Hoy podemos afirmar que el grupo criminal del Pacífico, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, es más débil que al inicio de este Gobierno”, se lee en el quinto mito, publicado en la página de la Presidencia de México.

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