miércoles, 14 de diciembre de 2011
Senador pedirá orden ejecutiva que modifique la Ley de los 10 años
Por la Redacción Central
MIAMI - Malena es una de las cientos de inmigrantes que tiene aprobado el trámite de residencia por parte del servicio de inmigración, pero no puede ir en busca de la green card a su país de origen. Si lo hace, recibiría un castigo que va de los tres a los diez años sin poder regresar a Estados Unidos.
"Hace cinco años y unos meses que el Departamento de Estado aprobó un cupo disponible. Pero aquí sigo, esperando la oportunidad de poder ir y regresar junto con mi familia. Pero no puedo, porque no me dejarán entrar por mucho tiempo", explicó.
Tras una pausa, agregó: "Estamos en manos de Dios. A menos que cambien la ley. Y si la cambian, pues podré salir a buscar mi residencia, mi tarjeta verde, que como le dije ya la tienen aprobada".
Casos como los de Malena se repiten a diario, son frecuentes y hasta ahora no tienen solución. A menos que la ley cambie o sea modificada en alguna de sus partes.
El lunes, un influyente senador hispano lanzó una campaña vía internet para recoger 10 mil firmas en respaldo a una acción que beneficiaría a miles como Malena, indocumentados que llevan tiempo en Estados Unidos a la espera de una oportunidad de legalizar sus permanencias.
Bob Menéndez (demócrata de Nueva Jersey) activó una página en internet donde recaba apoyos que serán enviados al Presidente Barack Obama con una sola petición: que firme una orden ejecutiva que deje exentos de la Ley del Castigo (o Ley de los 10 años) a indocumentados que han constituido familias con residentes legales permanentes o ciudadanos estadounidenses.
"Esta iniciativa no se trata de una ley que deba ser aprobada por el Congreso", dijo a Univision.com Kory Vargas Caro, vocero de Menéndez. "El Senador está reuniendo firmas a través de una página de internet para enviárselas al Presidente Obana con la solicitud de aprobar una acción ejecutiva que conceda esta exención".
"Acudimos a la comunidad para conseguir su respaldo y conseguir que el presidente lleve a cabo esta acción para beneficiar a miles de inmigrantes", agregó.
Según Menéndez, la exención "permitiría que decenas de miles y potencialmente cientos de miles de personas que reúnan los requisitos, califiquen para una exención antes de salir de Estados Unidos, y antes de arriesgar todo, incluso su familia, viajando al extranjero".
Durante años, inmigrantes que califican para una visa debido a su relación familiar con ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes se han visto frenados en el intento por no tener papeles de estadía legal, y la vigencia de la Ley del Castigo.
Muchas de estas familias pueden calificar para una "renuncia" que les permitiría tramitar la residencia por reunificación familiar, pero estas personas no quieren correr el riesgo de separación de sus familias “por lo que nunca viajan al extranjero para terminar el proceso migratorio” y conseguir la codiciada green card, se lee en la invitación de Menéndez.
El senador de Nueva Jersey dijo también que la ley vigente es injusta porque "impide" que personas con familiares ciudadanos estadounidenses puedan permanecer juntas y que en la mayoría de los casos "se ven obligadas a correr grandes riesgos para demostrar que tienen un caso legítimo, cuando ellos pueden exponer sus argumentos en Estados Unidos con el apoyo de sus familias".
"Muchos familiares de ciudadanos y residentes estadounidenses viven con miedo, pues a pesar de tener solicitudes aprobadas para visas familiares, se encuentran indocumentados en el país y son sujetos a las prohibiciones de entrada de tres y diez años", dijo Katherine Vargas, directora asistente de comunicaciones del National Forum Immigration (NIF). "Mientras el pueblo americano sigue esperando por una reforma migratoria integral, el gobierno puede avanzar cambios administrativos que defiendan la unidad familiar", agregó.
La Ley del Castigo (o Ley de los 10 años) fue aprobada por el Congreso en 1996 y establece que si un extranjero ha permanecido indocumentado por más de 180 días, debe ser castigado con tres años fuera del país sin que durante ese tiempo pueda regresar. Y si la estadía ilegal supera el año o los 365 días, el castigo se eleva a 10 años.
Una vez que el castigo se cumpla, el extranjero debe iniciar un proceso consular para pedir perdón. Si el perdón es concedido, puede que reciba un permiso para volver a Estados Unidos. Abogados advierten que este proceso puede dilatar meses o años.
Si el deportado regresa durante el castigo y es detenido, puede ser deportado de por vida.
La Sección 245(i) de la ley de inmigración es una de las pocas instancias que frena la Ley del Castigo, al permitir que residentes permanentes y ciudadanos pidan a cónyuges o hijos menores de edad, solteros e indocumentados, y empleadores a trabajadores sin papeles.
La última vez que la sección fue activada correspondió al período entre el 20 de diciembre de 2000 y el 30 de abril de 2001. Permitió que unos 640 mil indocumentados –la mayoría mexicanos- legalizaran sus permanencias.
"La vida de in inmigrante indocumentado es una vida de riesgos”, dijo Malena. Pero nada, yo pienso que todo sucede por algo. Y esta vez pienso que será algo bueno para casos como el mío", concluyó
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