Por Oscar y Silvia Mondragon
Sección de Opinión
“Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás
Los refugios son aquellos lugares donde la gente acude para protegerse de un huracán o un bombardeo aéreo. Aquellos que se protegen en ellos, tienen seguridad de supervivencia, los que se quedan fuera o no llegan a tiempo sufren las más terribles consecuencias. En el mundo espiritual sucede lo mismo: Existen muchos enemigos y adversidades que pueden destruirnos y la solución es encontrar El Refugio. El pasaje de hoy nos dice que Dios es nuestro Gran Refugio, Aquél que tiene todo poder para protegerme de toda adversidad o calamidad.
El es quien nos guarda y nos rodea de todo mal para que nada nos dañe. Usted en este tiempo de tantas luchas y dificultades, como cristiano, debe esconderse en el Señor. Debe aprender a vivir cobijado bajo su mano poderosa y dejar que El le guarde y le rodee con cánticos de liberación. Esta figura es como la de la madre con su bebe, que lo cobija y le canta suavemente para que deje de llorar y duerma tranquilo sabiendo