Por: Lic.Miguel Aníbal De La Cruz
Sección de Opinión
La voz del alguacil imperiosamente ordeno a los presente; ¡en pie ¡ ¡Dios salve a este Honorable Tribunal¡ Los presentes en lasala de vista se alzaron. Los de las filas mas alejadas, curiosos, no esperaronsiquiera sentarse de nuevo para atisbar (mirar d reojo) al imputado. Losde la última fila no fueron menos. Se había hablado tanto de aquel juicio, y dela inocencia de un hombre que según la apariencia, era perfecto, recto,temeroso de Dios y apartado del mal. Su nombre era JOB.
JOB tenía 7hijos y 3 hijas. Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos,quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos creados; y era masgrandes que todos los orientales. Los espectadores en la sala sepreguntaban ¿como pudo suceder? Job, era hombre delevantarse todos los días a ofrecer a Dios, holocaustos y sacrificios,previendo, si algunos de sus hijos pecaban en su corazón con Dios. ¡De repenteel mundo se había derrumbado sobre un solo hombre inocente!.
La realidadera que Satanás había herido el orgullo de Dios, diciendo “ Acaso temeJob a Dios de balde?”, extiende ahora tu mano y toca todo loque tiene, y veras si no blasfema contra ti en tu misma presencia, respondiendoDios “ He aquí, todo lo que tiene esta en tu mano; solo respeta suvida. Así comenzó una contienda propuesta en Cielo pero puesta enescena en la Tierra. La medida de coerción, la audiencia preliminar, fueronun atropello total, se les violaron todas las garantías de derechosfundamentales en violación a las normas existentes; fabricaron pruebasaparentemente fehacientes hasta llegar a la apertura a juicio, sin embargo, él,no se explicaba como había ocurrido todo esto, lo único que lo mantenía firme,era su fe a Jehová.
El tribunalestaba compuesto por Satanás, quien fungía como Fiscalacusador; la victima constituida en actor civil, era su esposa ylos abogados representante de ella eras sus amigos Elifaz Tamarita,Bildad Suhita, y Zofar Naamatita, y finalmente por el Juez quien era elseñor Dios. El Fiscal presento su acusación, alegando que Job era “un pecador”, que esos pecados habían provocado: a) Lapérdida de todas las propiedades de su esposa; b) La pérdida de todos losanimales; c) La pérdida de todos sus hijos e hijas en perjuicio de la victima,haciendo hincapié sobre tales hechos, como medio de prueba. ElHonorable y amante juez, preguntó al acusado, ¿tiene algo que alegar en sudefensa, antes de que este tribunal dicte sentencia?, Job, seencontraba confundido, y en su mente solo pedía una sola cosa: La aparición deaquella persona que pudiera explicar su suerte miserable. El quería encontrarsepersonalmente con Dios, Cara a Cara. ¡Respondió! Lleno de fe, ¡Diosdio, y Dios quito!, por tanto, no hay ningún pecado en tales perdidas,aunque vengan del señor Jehová de los ejércitos, entonces, es evidenteque soy inocente.
Satanás,empezó a presentar todas pruebas ilegales y malditas que pudo; pruebas quefundamentaba en los hechos acontecidos, hacia énfasis en que era de tanmagnitud el pecado que se refleja en su propia carne, en la piel dondereflejaba una sarna maligna al punto tal que no podía rascarse con las manos.Finalmente, el Fiscal, concluía diciendo, “ y lo peor de todo es que noblasfema en contra de Dios “. Su esposa, la victima, se mofaba de él, leatribuida toda su desgracia al acusado, por su fe ante Dios, al punto tal quele manifestó a Job, “ Aun mantienes tu integridad?, maldice a Dios, y muérete.Sin embargo Job, respondió de la manera siguiente: hablas como suelen hablartodas las mujeres fatuas, (presumidas, vanas,petulantes) . ¿ Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lorecibiremos?. Y en todo esto no pecó contra Dios.
Losabogados Elifaz Tamarita, Bildad Suhita, y Zofar Naamatita,pronunciaron discursos elocuentes, respecto al porque de tantossufrimientos como castigo, sin embargo, el acusado se decía una y mil veces¿Que he hecho yo para merecer tal sufrimiento?, y maldijo el vientre por dondenació, mas nunca maldijo al señor Jehová. La reputación de Dios estaba enjuego. ¿Continuaría Job confiando en él, aun cuando su vida sedesmoronara? Esta es la pregunta crucial del tema: Sevolvería Job contra Dios?
Sus amigos(abogados de la esposa) fueron aun más crueles, argumentaban que Jobestaba siendo castigado, que merecía completamente las tragedias que sedesplomaron sobre él. Job por su parte, hacia lo que parecíaimposible: seguir creyendo en un Dios amoroso y justo, aun cuando toda laevidencia iba en contra de un Dios que aparentemente lo había abandonado. Cuantoel Juez por fin dio la palabra al imputado, a los fines de que pudieradefenderse, y, si había lugar a atribuirle tales hechos a Dios; el acusadocontestó:
He aquí que yosoy vil; que te responderé?
Mi mano pongosobre mi boca.
Una vez hable,más no responderé;
Aun dos veces,más no volveré a hablar.
Respondió elJuez (Jehová) y dijo:
Cíñete ahoracomo varón tus lomos;
Yo tepreguntare, y tú me responderás
¿Invalidarastú también mi juicio?
¿Me condenarasa mí, para justificarte tu?
¿Tienes tú unbrazo como el de Dios?
¿Y truenas convoz como la suya?
La sentenciafue la siguiente: Jehová quito laaflicción de Job, y aumento al doble todas las cosas que habían sido de Job. Leotorgo, 14 mil ovejas, seis mil camellos, mil justas de bueyes, y milasnas, y tuvo siete hijos y tres hijas. Fue declarado inocente yresarcido grandemente.
Más tarde, omás temprano todos llegamos a pasar lo que vivió Job, pero tratamos deresponder frente a cualquier situación como lo hizo él. CONFIEMOS EN DIOS.