miércoles, 22 de febrero de 2012

Universo Dominicano: Magia, Realidad, Fantasía

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Por Elisa Amparo
Artes, Cultura y Espectáculos

Seis artistas dominicanos conforman esta muestra colectiva que se exhibe en el Centro Cultural Ccori Wasi, de la Universidad Ricardo Palma del Perú, al conmemorarse el 168 Aniversario de la Independencia Nacional Dominicana. Son ellos: Gabino Rosario, Federico Cuello, Silvio Reyes, Vladimir Velázquez, Verouschka Freixas y Julián Amado.
Estos 6 artistas de la plástica dominicana son portadores de un arte muy particular y representativo a la vez, en el que se puede apreciar calidad técnica e imaginación creativa.

Gabino Rosario:

La obra de Gabino Rosario, rica en cantidad y calidad, diferente en su incansable búsqueda de una expresión propia, ejemplifica con su trabajo, la madurez artística proyectada desde sus inicios. Gabino, se centra en lo original, lo esencial, sintetizado en armoniosos símbolos, que se nutren de lo real y lo imaginario de la vida de los seres humanos.

Federico Cuello:

Artista que mantiene una trayectoria ascendente y depuración continúa de su técnica pictórica. Cuello trabaja su estilo dentro de un surrealismo social, de denuncias, de sentimientos volcados hacia la vida. La naturaleza le preocupa, esa que el hombre desgarra, y que al hacerlo mutila la esperanza misma del hombre mismo. Su obra es de denuncia, de alerta, contra la ambición del hombre, que se traduce en destrucción del planeta.

Silvio Reyes:

Silvio, artista consagrado y muy disciplinado en su oficio, viene de una escuela de retratistas de Estados Unidos de Norte América; realiza verdadera obra maestra en la creación de su retrato al natural. Su dominio sobre esta técnica lo cataloga como un verdadero maestro en este género legendario y presente en la actualidad.

Vladimir Velázquez:

Es un virtuoso del dibujo, con una concepción gráfica de su técnica, muy depurada, precisa, como la de un maestro de relojería; trabaja el dibujo, que es su fuerte, como el acrílico y el óleo, con precisión exacta. Hay que saber ver en la obra de Velázquez, él es, uno de los más grandes dibujantes de su país y probablemente del mundo. El universo de Velázquez, de pesadillas, de fuerza sobrehumana, sobrecoge al espectador; se trata de un imaginario temático propio absolutamente singular.

Verouschka Freixas:

Aves exóticas, peces y flores multicolores, carnosos frutos maduros, mar y aire calmo, arcanos rituales de la fecundidad en donde el amor y la maternidad acompañan a extrañas criaturas que cobijan ensueños de amistad; esa es la temática que aborda con notable acierto la pintura de Verouschka Freixas, un arte que plasma el paraíso perdido de la infancia, de la inocencia, en donde la vida como don maravilloso del universo no tiene fronteras y brota por doquier, cual fresco manantial que busca saciar la sed del perenne caminante en pos de la belleza, belleza que sólo busca solazarse a sí misma. Cada pieza de Verouschka es un universo particular, pero también interconectado con las demás obras de su autoría, como una gran sinfonía de formas y colores inabarcable, rica y pródiga en sugerencias y lecturas, en donde la artista ofrece no sólo su poderosa intuición poética, sino la maestría de su rica y delicada paleta, así como su sutileza en el manejo de la línea y el diseño compositivo.

Julián Amado:

Representa a su generación de manera muy significativa, destacándose como un artista de mucha valía y un trabajador de su oficio incansable. A Julián Amado no podemos llamarlo expresionista, es decir artista cuya pintura expresa las emociones reales, subjetivas, surreales; él es más bien un artista que irrumpe en la pintura moderna universal con especial particularidad. Su mundo es uno de experiencias y quizás sueños agradables y realidades tristes; el espectador aprecia su obra que digiere en su interpretación como tal