Por Cristian Rosa
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Sección de Opinión
Vemos con frecuencia en la República Dominicana, cómo los diversos artículos de opinión producidos por aquellos allegados a nuestros candidatos presidenciales y vice presidenciales, se encuentran cargados de informaciones similares a las artimañas comunicacionales de la política tradicional. Sólo que ahora en su lugar, utilizan la plataforma de la Web 2.0.
Las Redes Sociales o “Social Network” constituyen hoy día el mejor instrumento para difundir información en la Internet. Son ellas el recurso más eficaz en esta nueva era de la comunicación que se hace llamar “Comunicación 2.0”.
Líderes mundiales utilizan esta exitosa herramienta con una cuantiosa efectividad. Muy pocos se dan el lujo de no hacerlo, es más, nadie. Ya que el no hacerlo podría traer consigo ciertas implicaciones desfavorables. Como la pérdida de ese gran público que accesa permanentemente a las redes sociales con el fin de interactuar con el resto sobre los acontecimientos del momento.
Entonces, luego de lo explicado en líneas previas nuestra interrogante podría ser: ¿Por qué nuestros políticos no pueden hacerlo correctamente?
Día tras día aumenta considerablemente la cantidad de estrategas electorales que analizan el panorama mundial. La postura de esos numerosos dirigentes políticos que se encuentran envueltos en este mundo tecnológico. Y son esos mismos estrategas, quienes concluyen diciendo que: “Las campañas electorales deben ser rápidas, pero no sin estrategias”.
Por su parte, nuestro país vive una situación muy similar, solo que nuestro proceso electoral es cada día más breve. Acoge los nuevos tiempos, pero con una “estrategia” por decirlo de alguna manera, llena de falsedades. Utilizando esta mecanismos difamatorios y no objetivos, mecanismos colmados de informaciones falsas y chantajes políticos.
Por ende nos preguntamos también: ¿Por qué nuestros candidatos en lugar de provocar aquella guerra sucia, abarrotada de descalificaciones personales y profesionales (tal y como ocurre en esa política tradicional que todos aborrecemos y de la cual todos estamos cansados), no se ocupan mejor de analizar los pensamientos y las expectativas de sus electores desde los diferentes mecanismos de comunicación que nos ofrece la Web 2.0?
¿Será que nadie le ha dicho a nuestros políticos que los tiempos actuales no son iguales a los de antes? ¿O será que tampoco nadie les ha dicho que los electores son ya los más informados? Pues sí, ahora son ellos, los votantes, los responsables de mantener informados a sus gobernantes desde una óptica crítica y analítica sobre las coyunturas socio políticas actuales.
Insisto: ¿Por qué se resisten nuestros políticos a esos cambios o procesos que trae consigo esta nueva generación nativa digital?
No entiendo la verdad, pero tomando como norte su actitud, podríamos suponer que tal vez justifican la misma con argumentos como: ¨Si hemos funcionado desde siempre así, ¿Por qué hacer caso a necedades?¨ o ¨Nunca hemos vivido un mundo diferente o mejor a éste, pero sí uno peor¨.
Al parecer, menospreciar, o si se quiere, considerar estos nuevos movimientos como pasajeros ha resultado ser una “buena” estrategia para nuestros políticos, pero se equivocan. Y no es menos cierto que carecen de una base real. Ya que si nos situamos en los grandes movimientos de Oriente Medio, son estos mismos un precedente de inspiración para nosotros los “Gobernados Nativos Digitales”, quienes por lástima nos encontramos dirigidos por estos “Análogos Gobernantes”.
Nuestro país vive en un fuego cruzado, desde el cual no vemos más que mentiras y difamaciones. Los electores no reciben propuestas, ni compromisos. Lo que ahora es una ventaja, mañana podría ser un “boomerang”.
No se le aporta conocimiento a esta generación, que paradójicamente es llamada ¨Del conocimiento”. Más bien se contribuye cada vez más a que nuestro pueblo continúe sumergido en la más desmesurada ignorancia. Y lo más penoso, es que son los mismos políticos quienes nos venden la fábula de que vivimos en la “Era del Conocimiento y la Tecnología”.
Por cuanto concluyo este artículo de opinión, que nos invita a la reflexión, agregando que: Llegará el momento en que toda la clase política dominicana se preguntará: ¨ ¿Qué no hicimos?¨. Y nuestra respuesta será: ¨ ¡Lo que nunca han escuchado!¨