Mensajes pornográficos, racistas y
misóginos han sido hallados en los últimos 15 meses enviados desde un
servidor de correo electrónico del estado de Pennsylvania.
PENNSYLVANIA, EE.UU.- De acuerdo a información publicada por The Washington Post, en los correos se encuentranchistes sobre asalto sexual, fotos que hacen mofa de afroamericanos y otras minorías e insultos por razón de orientación sexual, religión y condición física. En el escándalo, que ya se ha denominado “Porngate”, se han visto implicados al menos dos jueces de la Corte Suprema del estado y varios funcionarios de la oficina de la fiscalía general.
“Cuando ves estos correos electrónicos…
descubres un pantano de misoginia, racismo y homofobia. Se contamina todo el
mundo, especialmente el Poder Judicial. Algunas de estas cosas son realmente
repugnantes. Dan la impresión de que cada funcionario de raza blanca en el
estado fuera un canalla”, cita el medio a Bruce Ledewitz, decano asociado de
asuntos académicos y profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de
Duquesne.
El enorme escándalo ha producido,
sin embargo, poco eco entre los residentes del estado.
La oficina de la fiscal general
local Kathleen Kane es la que ha puesto al descubierto
el escándalo. Sin embargo, la misma Kane se encuentra envuelta en la vorágine.
La primera mujer y la primera demócrata elegida para ese cargo enfrenta una
acusación penal por el delito grave de perjurio y otros menores, en un caso no
relacionado en el que presuntamente filtró información para avergonzar a un
rival político y luego mentir al respecto aun estando bajo juramento. Tom Wolf,
el gobernador de Pennsylvania y también demócrata, le ha pedido dimitir.
Recientemente Kane tuvo que responder preguntas sobre correos enviados por su
hermanaGellen Granahan Goffer, donde envió un chiste también sobre violencia
doméstica. Los mails que involucran a Gellen Granahan Goffer se hicieron públicos
por presión de críticos.
Ahora, Kane, para sus detractores,
está usando el escándalo de los correos electrónicos para desviar la atención
de los problemas legales que ella enfrenta.
Al momento, la información
filtrada ha provocado el despido
de por lo menos seis empleados del estado y la renuncia de un juez de la
Suprema Corte local, pero podrían no ser las únicas dimisiones. Al menos 60 personas que trabajan para la oficina de la
fiscal fueron amonestadas por el contenido sexual explícito hallado en sus
equipos de trabajo.
Quienes están a cargo de la
investigación afirman que los correos que deberían unirse a la investigación
podrían ser miles.