Opinión
Una abrumadora
mayoría de las mujeres dominicanas sufragaron, en mayo de 2012 a favor de las
candidaturas de Danilo Medina y Margarita Cedeño de Fernández y se evidencia
-sin equivoco en todos lados- que lo volverán hacer con más fe en el 2016.
Las
damas del país en edad y capacidad de votar han confiado en la propuesta de
gobierno del oficialista Partido de la Liberación Dominicana. Se han
identificado con Medina y con la doctora Cedeño de Fernández para que las
cuides de la violencia y las crisis de todo tipo. Y han sido testigos oculares
de los grandes avances alcanzados en diferentes renglones. La mujer dominicana
siempre ha estado presente, hacienda grandes aportes al desarrollo político,
económico y social de la Nacion.
En
la actual administración del PLD las madres son, inequívocamente, parte
esencial de las acciones del Poder Ejecutivo para alcanzar el bienestar común;
son el centro de las políticas públicas, como ha insistido el propio Jefe de
Estado en varias ocasiones.
De
hecho, son las mujeres, en especial las madres, las mayores beneficiadas de las
políticas públicas enarboladas por el gobierno del Presidente Danilo Medina,
como son las jornadas de tanda extendida, que beneficia a más de un millón de
estudiantes; las guarderías infantiles, que de un total de 275 programadas ya
se han entregado decenas; la erradicación del analfabetismo, las visitas
sorpresa, que han convertido a miles de dominicanas en verdaderas empresarias;
la amplia cobertura en el Senasa, el firme apoyo a las pymes y proyectos
emprendedores en todo el país y una mayor participación de hogares dominicanos
en los planes sociales.
En
efecto, las madres dominicanas han sido tomadas en cuenta en la democratización
del crédito a través de Banca Solidaria, institución que en los últimos 3 años
ha erogado unos 10 mil 200 millones de pesos a favor de más de 227 mil 334
microempresas, una buena parte de ellas propiedad de mujeres. También a través
de Banca Solidaria, existe un programa encaminado a beneficiar a las madres
solteras, con préstamos de bajos montos de recursos para crear y estimular
pequeños negocios que sustenten a sus familias.
Es
bueno destacar que solo a través del PROSOLI (Programa Progresando con
Solidaridad), 2.6 millones de familias han sido protegidas con los planes
sociales del gobierno.
Medina
ha sostenido –y a si lo percibe la mayoría de la población- que en su gobierno,
la parte femenina de la sociedad dominicana esta y estaría muy bien cuidada,
entre otros motivos, porque su hogar está compuesto por su esposa y tres hijas
hembra, “yo he nacido de una mujer y, además, mi compañera de formula es una
dama.”
Todo
esto es muy bueno, positivo, esperanzador y alentador, puesto que las buenas
intenciones, los notables avances que ha experimentado la humanidad y las
legislaciones condenatorias que contra esa bochornosa práctica se han puesto en
vigencia, todavía no han sido suficientes para que la mujer dominicana y las de
otras naciones del mundo continúan siendo víctimas de múltiples formas de
violencia, abusos, atropellos y de acoso sexual.
En
el país, se ha avanzado bastante. Los feminicidios se han reducido, pero falta
mucho aun por hacer hasta reducir la violencia intrafamiliar a su mínima
expresión.
Esa práctica, que se expande por la humanidad sin excluir continentes ni naciones, aun sean éstas ricas o pobres, ha sido considerada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia como “una de las negaciones más perniciosas de los derechos humanos”.
En el caso de República Dominicana, en los últimos 10 años se han reportado más de 2 mil 98 muertes de mujeres víctimas de la violencia, mientras que unos 790 hombres se han quitado la vida después de haber ultimado a su compañeras o ex compañeras, mas de 14 mil menores de edad han quedado huérfanos y decenas de millares de mujeres de diferentes edades han quedado mutiladas o con lesiones severas.
En la mayoría de los hogares dominicanos la violencia contra las mujeres es una verdad irrefutable. En el 60 por ciento de ellos se produce casi a diario un hecho de maltrato conyugal y doméstico, el cual se ejerce por medio de ofensas verbales, amenazas, golpes, abuso sexual y hasta muerte.
Actualmente la violencia intrafamiliar afecta entre un 20 y un 50 por ciento de las mujeres del mundo, dependiendo de los países donde vivan las víctimas. Así, por ejemplo, ésta es de un 29 por ciento en Canadá, de un 25 por ciento en Gran Bretaña, de un 28 por ciento en los Estados Unidos, de un 59 por ciento en Japón, de un 25 por ciento en Bélgica, de un 26 por ciento en Noruega, de un 42 por ciento en Kenya, de un 46 por ciento en Uganda, de un 39 por ciento en Malasia y de un 38 por ciento en la República de Corea.
En América Latina, de su lado, los maltratos contra las mujeres y las niñas son de un 52 por ciento en Nicaragua, de un 26 por ciento en Chile, de un 19 por ciento en Colombia, y de un 34 por ciento en México.
Esa práctica, que se expande por la humanidad sin excluir continentes ni naciones, aun sean éstas ricas o pobres, ha sido considerada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia como “una de las negaciones más perniciosas de los derechos humanos”.
En el caso de República Dominicana, en los últimos 10 años se han reportado más de 2 mil 98 muertes de mujeres víctimas de la violencia, mientras que unos 790 hombres se han quitado la vida después de haber ultimado a su compañeras o ex compañeras, mas de 14 mil menores de edad han quedado huérfanos y decenas de millares de mujeres de diferentes edades han quedado mutiladas o con lesiones severas.
En la mayoría de los hogares dominicanos la violencia contra las mujeres es una verdad irrefutable. En el 60 por ciento de ellos se produce casi a diario un hecho de maltrato conyugal y doméstico, el cual se ejerce por medio de ofensas verbales, amenazas, golpes, abuso sexual y hasta muerte.
Actualmente la violencia intrafamiliar afecta entre un 20 y un 50 por ciento de las mujeres del mundo, dependiendo de los países donde vivan las víctimas. Así, por ejemplo, ésta es de un 29 por ciento en Canadá, de un 25 por ciento en Gran Bretaña, de un 28 por ciento en los Estados Unidos, de un 59 por ciento en Japón, de un 25 por ciento en Bélgica, de un 26 por ciento en Noruega, de un 42 por ciento en Kenya, de un 46 por ciento en Uganda, de un 39 por ciento en Malasia y de un 38 por ciento en la República de Corea.
En América Latina, de su lado, los maltratos contra las mujeres y las niñas son de un 52 por ciento en Nicaragua, de un 26 por ciento en Chile, de un 19 por ciento en Colombia, y de un 34 por ciento en México.
Todos
apostamos a que cuanto antes la violencia contra la mujer sea cosas del pasado
en el país. Así lo ha garantizado Danilo Medina tras proclamar que continuará
cuidando al sector femenino de la nación igual que como lo has hecho con su
esposa y sus tres hijas. Además, de que cuenta en esa labor con Margarita y Cándida
Montilla de Medina.