Redacción Central
EE.UU.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, reconoció ayer que ha habido "críticas legítimas" a su programa de ataques con drones por haber "asesinado a civiles" en países como Yemen o Somalia, y prometió aumentar la transparencia sobre esos ataques dirigidos por las agencias de inteligencia.
"Creo que en el pasado ha habido críticas legítimas de que la arquitectura legal alrededor del uso de ataques con drones no ha sido tan precisa como debería haber sido, y no hay duda de que (ese programa) asesinó a civiles", dijo Obama en una conferencia de prensa al término de la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington.
"En los últimos años hemos trabajado mucho para evitar y prevenir que tuvieran lugar ese tipo de tragedias", añadió.
El programa de ataques selectivos contra sospechosos de terrorismo mediante aviones no tripulados comenzó en 2002 bajo el entonces presidente George W. Bush, pero se ha ampliado a gran escala durante el mandato de Obama, que según varios informes ha lanzado cientos de ellos en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia.
"En las situaciones de guerra tenemos que asumir la responsabilidad cuando no estamos actuando apropiadamente, o cuando hayamos cometido errores incluso con las mejores intenciones, y seguiremos haciéndolo", continuó Obama.
"Lo que puedo decir con total confianza es que los procedimientos por los que operamos son más rigurosos que nunca y que hay una evaluación constante de todo lo que hacemos", agregó.
Obama respondió así a una pregunta de un periodista, que le recordó que, según el Pentágono, Estados Unidos ha matado a más de 200 personas en las últimas semanas en ataques aéreos en Somalia, Libia y Yemen.
Este mes, el Gobierno de Obama anunció que dará a conocer próximamente un informe sobre los civiles y los presuntos terroristas que han muerto en los ataques de sus drones desde la llegada del mandatario al poder en 2009, y que en el futuro esos datos se publicarán anualmente.
"Hemos sido muy cautos al tratar de asegurarnos de que no estamos lanzando ataques en situaciones donde, por ejemplo, creamos que hay mujeres o niños presentes, o si es en un área normalmente poblada", subrayó Obama, y defendió que los ataques buscan acabar con líderes de grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI).
El año pasado, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda ante un tribunal de Nueva York para que el Gobierno de Obama revele detalles de los objetivos y directrices de su programa de ataques con drones, cuyo secretismo impide saber de manera fiable la cifra de víctimas civiles causadas.
Una investigación de 2014 de la organización británica Reprieve estimó que los ataques ordenados por el Gobierno de Obama acabaron con la vida de 1.147 personas en Pakistán y Yemen en operaciones contra 41 supuestos objetivos terroristas.
EE.UU.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, reconoció ayer que ha habido "críticas legítimas" a su programa de ataques con drones por haber "asesinado a civiles" en países como Yemen o Somalia, y prometió aumentar la transparencia sobre esos ataques dirigidos por las agencias de inteligencia.
"Creo que en el pasado ha habido críticas legítimas de que la arquitectura legal alrededor del uso de ataques con drones no ha sido tan precisa como debería haber sido, y no hay duda de que (ese programa) asesinó a civiles", dijo Obama en una conferencia de prensa al término de la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington.
"En los últimos años hemos trabajado mucho para evitar y prevenir que tuvieran lugar ese tipo de tragedias", añadió.
El programa de ataques selectivos contra sospechosos de terrorismo mediante aviones no tripulados comenzó en 2002 bajo el entonces presidente George W. Bush, pero se ha ampliado a gran escala durante el mandato de Obama, que según varios informes ha lanzado cientos de ellos en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia.
"En las situaciones de guerra tenemos que asumir la responsabilidad cuando no estamos actuando apropiadamente, o cuando hayamos cometido errores incluso con las mejores intenciones, y seguiremos haciéndolo", continuó Obama.
"Lo que puedo decir con total confianza es que los procedimientos por los que operamos son más rigurosos que nunca y que hay una evaluación constante de todo lo que hacemos", agregó.
Obama respondió así a una pregunta de un periodista, que le recordó que, según el Pentágono, Estados Unidos ha matado a más de 200 personas en las últimas semanas en ataques aéreos en Somalia, Libia y Yemen.
Este mes, el Gobierno de Obama anunció que dará a conocer próximamente un informe sobre los civiles y los presuntos terroristas que han muerto en los ataques de sus drones desde la llegada del mandatario al poder en 2009, y que en el futuro esos datos se publicarán anualmente.
"Hemos sido muy cautos al tratar de asegurarnos de que no estamos lanzando ataques en situaciones donde, por ejemplo, creamos que hay mujeres o niños presentes, o si es en un área normalmente poblada", subrayó Obama, y defendió que los ataques buscan acabar con líderes de grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI).
El año pasado, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda ante un tribunal de Nueva York para que el Gobierno de Obama revele detalles de los objetivos y directrices de su programa de ataques con drones, cuyo secretismo impide saber de manera fiable la cifra de víctimas civiles causadas.
Una investigación de 2014 de la organización británica Reprieve estimó que los ataques ordenados por el Gobierno de Obama acabaron con la vida de 1.147 personas en Pakistán y Yemen en operaciones contra 41 supuestos objetivos terroristas.