Por Cándida Figuereo
Opinion
Esa
espontaneidad en lo que hace y dice el casi saliente presidente de los Estados
Unidos, Barack Obama, es lo que le hace encantador a los ojos de todo el que le
aprecia o le ve a través de los medios de comunicación exhibiendo su modestia y el don de gentes sin poses
calculadas.
La
serie de fotografías suyas publicadas por la Casa Blanca, residencia que se privilegió
al tener entre sus paredes a un estadista de hermosa figura y mejor espíritu de
espontaneidad como para que le hagan la mejor de las películas del cine
mundial.
Sin
pose alguna, con su buen temperamento y atento a su quehacer gubernamental sin dejar de lado la cotidianidad del diario
vivir sin creerse un Dios o un troglodita, Obama se ganó el corazón de millones de personas que le admiran y
respetan.
Las
fotografías de este presidente de los
Estados Unidos con dos niños en el Despacho Oval de la Casa
Blanca por Pete Souza, son magníficas.
También
figura como uno más entre los mortales cuando en septiembre del año pasado se
tomó un coco de agua durante su yitia a Luang Prabang en Laos, foto también de la
Pete Sousa, que dejó atónitos a no pocos de los que observaban ese momento.
El
presidente Obama luce “muy él” cuando baila o juega golf, con lo que expresa
tácitamente que es un ser humano como todos los demás, o quizás mejor porque su
rol como Presidente de EE.UU se le subió los humos a la
cabeza.
Con
una familia encantadora y decente, este titán de la Casa Blanca ha dado cátedra
de humildad porque es sabedor de que de que la vida es efímera y debe
aprovecharse para dar lo mejor en cualquiera de los escenarios.
Cuando
Obama ha tenido que llorar ha llorado, pero igual ha reído en los momentos
felices. Y ¿Por qué ha hecho esto?
Porque es un ser humano sabedor de que todas las etapas tienen sus límites
y es mejor ser recordado con amor y no
odiado por ser un canalla.
No
en vano Obama figura entre los diez
presidentes más importantes de Estados Unidos por dirigir el país en momentos
claves de su historia.
¡Qué
buena es la humildad que exhibe este
presidente!. Esto permite que le aprecien y recuerden por siempre con respeto
porque Obama no es un show. No, es real en humildad.