Kellyanne Conway, asesora del presidente Donald Trump |
WASHINGTON.-
En un paso más para justificar las recientes medidas del gobierno de
Donald Trump contra el acceso a los Estados Unidos de ciudadanos de
siete países de mayoría musulmana, una de sus personas de confianza ha
vuelto a cometer un error histórico.
Kellyanne
Conway, asesora del presidente republicano y célebre ya por acuñar ante
la prensa el nuevo concepto de “verdades alternativas”, se refirió a
“la masacre de Bowling Green”, supuestamente perpetrada en el estado de
Kentucky por dos refugiados provenientes de Irak.
“Obama
impuso un veto de seis meses al programa de refugiados iraquíes después
que dos iraquíes vinieron al país, se radicalizaron y fueron ideólogos
de la masacre de Bowling Green”, aseguró Conway en medio de una
entrevista con el periodista Chris Matthews en el programa Hardball de
MSNBC.
Conway: “La mayoría de la gente no lo sabe porque no se cubrió”.
Según
la asesora, este evento que nunca fue cubierto por la prensa justifica
la actual medida del ejecutivo estadounidense. Sin embargo, la supuesta
masacre de la que habla Conway nunca tuvo lugar. Simplemente no existe
en los anales de la prensa y de la historia reciente de este país.
Muy
probablemente, en su segunda pifia ante los medios de prensa, la
funcionaria se haya querido referir a dos ciudadanos iraquíes residentes
en Bowling Green, una localidad de 58.000 habitantes, que en 2011
fueron detenidos y condenados por intentar enviar dinero y armas a la
rama de Al Qaeda en Irak.
En aquella ocasión, el Departamento de Justicia
se ocupó de aclarar que el propósito de Mohanad Shareef Hammadi y de
Waad Ramadan Alwan era atentar contra objetivos militares
estadounidenses en ese país del Oriente Medio.
También
haber admitido además que ya antes habían atentado contra tropas de
Estados Unidos en Irak. Shareef Hammadi fue condenado a cadena perpetua,
mientras que a Ramadan Alwan le esperan de 30 a 40 años, antes de
obtener la libertad condicional con supervisión permanente.
Esta mañana, Conway admitió
a través de su cuenta en Twitter que ese había sido el objetivo de su
comentario; pero ya las reacciones se habían hecho notar.