martes, 4 de julio de 2017

Trump ofrece ayuda al bebé enfermo terminal que un juez ordenó desconectar contra la voluntad de sus padres

Redacción Central


EE. UU.-Trump ha sido el último personaje público en apoyar directamente a la familia de Charlie Gard, un bebé de 10 meses con una rara enfermedad genética. Desde las 8 semanas de vida sobrevive conectado a varias máquinas pues no puede ni moverse, ni respirar, ni tragar por su cuenta. El pasado viernes debía ser desconectado de los aparatos que lo mantienen vivo después de que un juez así lo dictaminara pese a la oposición de sus padres. Finalmente el propio hospital decidió no apagar las máquinas y dejar algo más de tiempo a la familia para despedirse.El caso de Charlie Gard levantó gran polémica en Reino Unido por la decisión que pedía desconcectarlo sin el consentimiento de los progenitores. En abril, un juez dictaminó que debía ser desconectado de las máquinas luego de que médicos del hospital Great Ormond Street, ubicado en el centro de Londres, en favor de los médicos que tratan al bebé, que tienen la certeza de que la recuperación de Charlie es imposible y quieren evitar que experimente dolor.
Presidente Donald Trump,
La polémica ha trascendido las fronteras de Reino Unido. Donald Trump, después de postear ayer uno de sus tuits más polémicos, ha aprovechado su plataforma preferida, Twitter, para ofrecer ayuda al bebé. "Si podemos ayudar al pequeño Charlie Gard, como nuestros amigos de UK y el papa, estaremos encantados de hacerlo". De paso, el tuit sirve para calmar los ánimos y desviar la atención hacia otro tema polémico, pero muy alejado de su violento video contra la CNN.
Las protestas por salvar la vida de Charlie y dejar a los padres decidir el futuro de su hijo se suceden en Reino Unido. Hasta el Papa Francisco intervino también por Twitter para decir: "Defender la vida humana, sobre todo cuando está herida por la enfermedad, es un deber de amor que Dios confía a todos" propuso trasladar al bebé a un hospital infantil del Vaticano, Bambino Gesú, hospital que precisamente hoy no sale muy bien parado de una investigación de AP que acusa a la institución de primar el beneficio económico sobre la salud de los pacientes.
Los padres del bebé quieren someterlo a un tratamiento experimental, para el que ya habían recaudado reunir hasta 1.3 millones de libras (1.7 millones de dólares), pero los médicos creen que ese tratamiento puede infligir más daño a su paciente y por eso el juez dictaminó que se dejara al bebé morir con dignidad.
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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos avaló la conclusión de la Justicia británica, basada en "evaluaciones de expertos detalladas y de alta calidad" que daban como "muy probable que Charlie estaría expuesto a dolores y sufrimientos continuos". Esos exámenes determinaron que "administrar cuidados experimentales sin perspectiva de éxito no ofrecería ninguna ventaja y continuaría causándole graves dolores".
Los padres dudan de esa dignidad pues aseguran que no les dejan llevarse a su bebé a casa a morir. Dicen que no se les permite "elegir si nuestro hijo vive y no tenemos permiso para elegir cuándo o dónde muere Charlie". Por el momento han ganado tiempo y apoyos.