jueves, 20 de marzo de 2025

Trump firma orden para desmantelar el Departamento de Educación, un golpe a los estudiantes más desfavorecidos

Redacción Central

Presidente Donald Trump

Noticias exclusiba de Univision NY

EEUU.- La secretaria de Educación Linda McMahon dijo en una entrevista el martes por la noche que el despido de cerca de 1,300 de los más de 4,000 empleados es el primer paso para el cierre total del departamento.

"De hecho, lo es, porque ese fue el mandato del presidente", dijo McMahon en una enetervista con Fox News. "Su orden, claramente, es cerrar el Departamento de Educación, y sabemos que tendremos que colaborar con el Congreso para lograrlo", reconociendo que solo a través de una acción legislativa se podría concretar su cierre.

“Pero lo que hicimos hoy fue dar el primer paso para eliminar lo que considero una burocracia excesiva”, añadió McMahon.

Pero más que eliminar una burocracia excesiva, el despido masivo de empleados del Departamento de Educación pone en duda la capacidad de la agencia para continuar con sus operaciones habituales.

Defensores de la educación pública se preparan ahora para una batalla legal mediante litigios y acciones cívicas mientras el presidente prepara una esperada orden ejecutiva para su eliminación.

Según medios como The New York Times y The Washington Post, cerca de 600 empleados ya aceptaron ofertas para abandonar sus puestos de manera voluntaria, lo que elevaría el número de salidas a casi la mitad de la plantilla total que conformaba el Departamento hasta ahora.

“La reducción de personal de hoy refleja el compromiso del Departamento de Educación con la eficiencia, la rendición de cuentas y la garantía de que los recursos se dirijan a donde más importan: a los estudiantes, los padres y los docentes”, había dicho McMahon más temprano el martes en una declaración preparada.

Los empleados del departamento recibieron un correo electrónico este martes en el que se les informaba que su sede en Washington y sus oficinas regionales permanecerían cerradas el miércoles, con acceso prohibido, antes de reabrir sus puertas el próximo jueves.

La única razón dada para los cierres fueron "razones de seguridad" no especificadas.

Demócratas y defensores de derechos humanos han expresado reiteradamente su preocupación por el hecho de que estos recortes podrían afectar a los estudiantes en el país.

Sin embargo, las autoridades educativas afirmaron que el departamento continuará desempeñando funciones clave como la distribución de ayuda federal a las escuelas, la gestión de préstamos estudiantiles y la supervisión de las Becas Pell.

Gobernadores demócratas califican los planes de cerrar el Departamento de Educación de “catastrófe”

"El impacto negativo que esto tendrá en los niños, en cada niño individualmente, socavará nuestra capacidad, tanto en innovación como en economía, al acabar con el principio mismo que distingue a Estados Unidos del resto del mundo: la idea de una educación igualitaria", declaró el gobernador de Minnesota Tim Walz, en una conferencia de prensa el miércoles

Walz, quien trabajó por años como maestro de escuela y fue además fue el compañero de fórmula de la exvicepresidenta Kamala Harris en las pasadas elecciones presidenciales, advirtió que la medida podría dejar a las escuelas en barrios de bajos ingresos en una situación difícil.

“Miren, todos sabemos que, cuando esto sucede, si las escuelas se quedan sin recursos, recurren a referendos, y si están en barrios ricos con altos impuestos a la propiedad, aprueban referendos y financian lo que haga falta. ¿Y si no? Se quedan sin recursos”, dijo Walz.

“Linda McMahon bien podría ser la persona menos calificada que jamás haya hablado sobre las escuelas públicas en la historia de este país”, añadió Walz, refiriéndose a la recientemente confirmada Secretaria de Educación de Trump. "Dice que despidió a la mitad de los empleados, pero solo a los malos, pero se olvidó de uno. Sin duda, se olvidó de uno, de ella misma", concluyó Walz.

Las declaraciones de Walz se produjeron después de una reunión virtual con sus colegas Matt Meyer, de Delaware, y Tony Evers de Wisconsin, ambos también exeducadores, quienes al igual que Walz mostraron su malestar por los planes y medidas del gobierno de Trump en relación al Departamento de Educación.

"Lo siento, pero eso es una tontería", dijo Evers, quien fue maestro, director de escuela y superintendente escolar, también en una rueda de prensa el miércoles.

"Conozco a los niños de Wisconsin y a nuestras escuelas; eliminar el Departamento de Educación de EEUU e implementar recortes devastadores en la educación pública sería una catástrofe, así de simple", agregó Evers.

Por su parte, Meyer dijo también en una rueda de prensa el miércoles, que aunque está totalmente a favor de reducir la burocracia, “no podemos hacerlo a costa de nuestros hijos y sus familias”.

Trump ya prometió en campaña que cerraría el Departamento de Educación

Los despidos forman parte de una drástica reducción de personal ordenada por Trump para reducir la influencia del gobierno federal.

Durante la campaña electoral, el presidente prometió cerrar el departamento, afirmando que había sido dominado por "radicales, fanáticos y marxistas".

McMahon ya había instado a los empleados a prepararse para profundos recortes en un memorando emitido el pasado 3 de marzo, el día en que fue confirmada para su puesto por el Senado.

Aseguró que la “misión final” del departamento era eliminar la burocracia y transferir la autoridad de la agencia a los estados.

En su audiencia de confirmación. McMahon reconoció que solo el Congreso tiene la facultad de abolir la agencia. Sin embargo, advirtió que podría verse obligada a realizar recortes y una reorganización.

La titular del departamento declaró entonces a los legisladores que su objetivo no era recortar la financiación de los programas básicos, sino hacerlos más eficientes.

Sin embargo, incluso antes de los despidos, el Departamento de Educación era ya una de las agencias más pequeñas a nivel de gabinete. Su plantilla incluía a 3,100 personas en Washington DC y otras 1,100 en oficinas regionales de todo el país, según el sitio web del departamento.

Los empleados del departamento se habían enfrentado a una creciente presión para renunciar a sus puestos desde que Trump asumió el cargo.

Primero se les ofreció un programa de renuncia diferida y después una oferta de rescisión de $25,000 que venció el 3 de marzo.

La oferta de rescisión venía acompañada de una advertencia de que habría "despidos significativos en el futuro próximo".