lunes, 16 de junio de 2008

Un editorial historico para la política dominicana

Bernardo Vargas
Director de (ultradiario.com)

El pasado 16 de mayo el pueblo dominicano habló con las manos que introdujeron el voto en las urnas guiadas por una conciencia, comprada o no, condicionada quizás por el bombardeo descomunal de promesas, maledicencias de un bando contra otro, fanatismo de los de abajo y de los de arriba que influyeron para bien o para mal en los resultados finales del proceso. De todos modos, el balance, producto de la voluntad popular fue dado a conocer por la Junta Central Electoral y ha sido reconocido aunque a regañadientes por los perdedores.
Todos recordarán que en el discurso de admisión de su derrota, Vargas Maldonado no pronunció el nombre de su vencedor, Leonel Fernández. Se limitó a mostrar la parte visible de su iceberg al felicitar al pueblo por lo bien organizada y pacífica de su participación en las votaciones y a dejar entrever su inconformidad por el uso de los recursos del estado en la campaña reeleccionista con lo que dejó bien establecido desde el mismo día del triunfo de la reelección, que no habrá tregua política.
En cambio, el reelecto presidente Leonel Fernández hizo un llamado a la unidad de todos los partidos politicos y de los dominicanos en general a fin de afrontar los retos futuros que se ciernen sobre nuestro país, así como para tratar de atenuar las prematuras hostilidades de la oposición no bien terminados los comicios.
Fue sincero el llamado del presidente?. A juzgar por la actitud repelente con que fue recibida su invitación por parte de los candidatos perdedores y dependiendo del color del cristal con que se miren las cosas, diríamos que no; Pero, como no podemos usar como parámetro la opinion adversa de los rivales del mandatario, nos limitaremos a señalar que ese tipo de invitación es característico de la mayoría de los candidatos triunfadores en muchas latitudes sin que ello implique que haya sinceridad o no en esas disposiciones conciliatorias. Sin embargo, Miguel Vargas Maldonado y toda la oposición saben que aquellos que acatan esos llamados a la unidad pasan a formar parte del tren gubernamental ocupando alguna cartera, tal como sucedió en las adminisreaciones del fenecido Joaquín Balaguer donde se colocaron muchos funcionarios extra-partido...Y eso a la larga le restaría efectividad a la imagen de partido fuerte que el PRD pretende proyectar con miras a las elecciones congresuales y municipales del 2010.
Además, el rechazo a la propuesta a la unidad por parte de Miguel Vargas y de otros líderes tendría como premisa que la oposición no esta dispuesta a transigir con quien de acuerdo a su apreciación retuvo el poder haciendo uso abusivo de los recursos del estado para obtener ventajas políticas.
Se ha dicho hasta el agotamiento que los fines y medios en política deben velar por la justa y clara utilización del poder sin favorecer los intereses personales de quien lo administra; y nadie duda que la administración peledeista hiciera todo lo opuesto a ese enunciado para quedarse en el gobierno, algo injustificable y hasta imperdonable. Sin embargo, que nadie nos venda la idea de que si la oposición hubiese gozado de las ventajas del poder no habría cometido los mismos actos dolosos para mantenerse, pues ni los del PLD ni los del PRD u otros partidos buscan el dominio de la cosa publica calzando los hábitos de las hermanas carmelitas descalzas o de algún asceta hindú o tibetano que practican el desapego. Pruebas hay demás, todos van a lucrarse.
Y no es que el poder corrompa; sino que la mayoría de los politicos son teóricos de la corrupción mucho antes de llegar a las altas esferas. Llevan en la sangre la ambición, la violencia y otras tantas cualidades de los seres moralmente inferiores y las practican desde los cargos conquistados.
Saben, pero proyectan no comprender que la política es una ciencia, un arte, una herramienta para el servicio de todos y no de unos cuantos. La política es una actividad a la que todos tenemos derecho en esta sociedad pomposamente llamada libre, que no puede ser tomada muy en broma ni muy en serio, sino con mesura para no caer en la degradación que lleve a pensar a mucha gente que no hay político serio.
En realidad, el político ideal es un raro espécimen de la raza humana, hoy en vías de extinción cuyo apostolado de amor al prójimo se ha ido sustituyendo poco a poco por el apoliticismo que es su antitesis por estar cimentado en el egoísmo y del que hacen gala los llamados politicos de nuestros días.
A juzgar por las actitudes de los de arriba y de los de abajo, el futuro político que le espera a nuestra nación en los próximos cuatro años, no es nada esperanzador. En el PRD habrá una guerra sin cuartel por el liderazgo de la organización y por la candidatura a la presidencia. Los del PLD tratarán de arreglárselas para continuar en el poder con Leonel a la cabeza, aunque tengan que reformar la constitución para lograr la reelección ilimitada y ya se vislumbra una revancha entre Danilo y el Presidente por establecer quien será el próximo candidato peledeista en el 2012. Que Dios nos agarre confesados.

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