jueves, 18 de diciembre de 2008

Asegura dueños zonas francas son culpables crisis económica de sector El abogado santiaguense dice que empresarios no se prepararon para el futuro


Por la Redacción Central

SANTIAGO. El licenciado Julián Serulle, conocido abogado especialista en derecho laboral, consideró que los propietarios de zonas francas tienen una alta cuota de responsabilidad por la crisis que afecta ese sector, rechazando que la culpa sea exclusivamente del gobierno.
El jurista estimó que en el país no se dieron cómo se movía el negocio de zonas francas en naciones como China y la India “donde pasaron a tener una mano de obra disponible y en exceso, lo que les permite abaratar sus costos”.
“Mientras en esos países y otros de Centroamérica se preparaban en ese sentido, los empresarios nacionales no se prepararon y cometieron errores y ahora buscan el responsable solo en el gobierno, pero fue que no supieron reclamar ni dirigir su política en el momento preciso”, arguyó Serulle.
Justo ayer, el presidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas, Fernando Capellán, dio a conocer que este mes se perderían alrededor de ocho mil empleos en ese sector y que en las próximas semanas podrían anunciarse nuevos despidos.
Tras insistir en que los dueños de zonas francas no supieron enfrentar la realidad de sus empresas, el licenciado Serulle recordó que el gobierno les regaló la abolición de la antigüedad de los trabajadores, así como los 2,600 pesos mensuales que se les dio por cada obrero, como un subsidio.
Estimó que el gobierno debe comprender que en el área textil no está ya la respuesta a las zonas francas y que lo más conveniente es buscar es desarrollar una política hacia la micro y pequeña empresa “pero con un concepto claro en la formación de la mano de obra y enseñar a esos artesanos a cómo convertirse en mini empresarios”.
Serulle estimó que es inevitable el descalabro económico de las zonas francas “y ahora más que nunca, porque el consumo en los Estados Unidos cayó y, donde existe un temor al consumo, no se puede esperar la existencia de un mercado potable”.

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