domingo, 28 de diciembre de 2008
Barack Obama se enfrentará a grandes dificultades
Por César Holking
Corresponsal
BOSTON. A pesar de los cientos de miles de millones de dólares destinados a los bancos, la economía de Estados Unidos está en caída libre, a apenas semanas de que asuma Barack Obama como presidente.
"La mayoría de las mediciones de actividad económica y financiera parecen haber caído a un precipicio en septiembre y octubre, y se han deteriorado a una tasa alarmante desde entonces"; dijo Nariman Behravesh, economista jefe de la empresa de análisis IHS Global Insight.
El plan de salvataje a los bancos, que ahora asciende a 335.000 millones de dólares, tenía el supuesto objetivo de facilitar el crédito y dar un nuevo impulso a la economía. Pero empresarios e individuos señalan que aún no pueden acceder a préstamos, e informes indican que la economía está en muy mal estado.
"El salvataje no tuvo éxito. El problema es el diagnóstico como ‘crisis financiera’. El problema es un guisado tóxico de hipotecas, y su consecuencia es el envenenamiento de las finanzas. Volcar capital en los bancos no lo arregla", sostuvo Jamie Galbraith, economista de la Universidad de Texas.
Galbraith y otros 120 economistas, junto a líderes sindicales, enviaron una carta a Obama, quien asumirá el 20 de enero, instándolo a gastar 900.000 millones de dólares o más a partir de Año Nuevo para estimular la economía.
"Esta crisis no tiene precedentes desde la Gran Depresión. Necesitará medidas sin precedentes", sostuvo Galbraith.
Cifras del gobierno divulgadas el martes muestran que toda la economía prácticamente se ha estancado, y entre julio y septiembre creció a una tasa anualizada de apenas 0,5 por ciento. Se considera un crecimiento saludable del producto interno bruto (PIB) estadounidense cuando es de al menos tres por ciento al año.
Las declaraciones de desempleo para la semana que terminó el 20 de este mes ascendían a 586.000, el número más alto desde noviembre de 1982, según informó el miércoles el Departamento de Trabajo.
Unos 4,3 millones de desempleados en todo el país ya están recibiendo beneficios, y son apenas una fracción de todos los que carecen de trabajo estable, ya que hay restricciones para recibir esas subvenciones.
El gasto público se redujo 0,6 por ciento en noviembre, luego del uno por ciento de octubre, señaló el miércoles el Departamento de Comercio.
Más de dos millones de personas fueron despedidas este año, y se estima que 12,5 por ciento de las que antes tenían trabajo ahora están "subempleadas".
"Estados Unidos se encuentra ahora oficialmente en una recesión que comenzó en diciembre de 2007. Japón y muchos países europeos ahora están en el mismo bote", dijo Behravesh, y añadió que los mercados en el mundo en desarrollo se "desacelerarán drásticamente".
"Experimentamos un colapso fundamental en los mecanismos básicos de confianza y de intercambio en el corazón del sistema de créditos", señaló Galbraith.
Obama ha dicho que quiere estimular la economía destinando cientos de miles de millones de dólares en proyectos de infraestructura con el fin de crear tres millones de nuevos empleos en dos años, además de adoptar recortes de impuestos y programas de alimentos y de asistencia a desempleados.
"Mi administración estará absolutamente comprometida con las futuras familias de clase media y trabajadoras de Estados Unidos", afirmó Obama el domingo.
Los ingresos de los trabajadores no se incrementaron durante los gobiernos de George W. Bush, entre 2000 y 2007, sino que cayeron unos 2.000 dólares, dijo el presidente electo.
Obama y el vicepresidente electo Joe Biden le están dando los toques finales al paquete, y trabajan con los líderes demócratas en el Congreso para presentar el proyecto de ley de manera que esté en el escritorio del nuevo presidente apenas entre en funciones.
Biden dijo el domingo que se necesitan miles de millones de dólares de inmediato para evitar que la economía siga empeorando.
"Cada economista con el que he hablado, desde los de derecha y conservadores hasta los de izquierda, y todos los que están en el medio, afirman que el alcance del paquete tiene que ser audaz y grande", dijo Biden a la cadena ABC.
Mientras, el presidente de la asociación Trabajadores del Acero Unidos, Leo Gerard, quien también firmó la carta a Obama, señaló: "Hay un gran número de trabajadores molestos preguntándose por qué seguimos tirándole dinero a las personas que crearon el caos".
"Vamos a tomar las calles si los republicanos intentan bloquear esto", dijo a periodistas. "Tenemos 850.000 miembros en dos países. Cualquier demócrata o republicano que intente poner un palo en esta rueda tendrá problemas en las próximas elecciones", alertó.
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