domingo, 5 de abril de 2009
Miles de santiagueros participan en celebración del Domingo de Ramos
Por Máximo Torres
Redacción Central
SANTIAGO Cientos de feligreses católicos, entre ellos hombres, mujeres, niños, niños, sacerdotes, laicos, monjas y Presidentes de Asamblea, participaron este domingo en el Día de Ramos en todos los templos de la ciudad, consagrado por la Iglesia Católica como preludio a la Semana Santa.En la Iglesia Santa Ana, del sector Nibaje al Sur de la ciudad, se observó que desde las primeras horas de la mañana, cientos de católicos se congregaron en la avenida Salvador Estrella Sadhalá .
Desde allí marcharon junto a los sacerdotes hasta la Iglesia Santa Ana la cual fue apretujada de personas.
El salón resultó pequeño para las miles de files católicos donde muchos tuvieron que quedarse fuera del local a pesar de lo extenso del mismo.
Desde los barrios Villa Olímpica, Villa Noa, Nibaje, Pekín, Los Jazmines, Urbanización Fernández, Barrio Obrero, Zamarrilla, Conani, La Ceibita, Matanzas y otros, acudieron a bendecir sus ramos, especialmente cogoyos de matas palmas.
Era notorio la cantidad de niños y niñas con sus pencas de matas de palmas en sus manos en procura de que el sacerdote pudiera bendecirlas.
Ya es tradición que el primer domingo del mes de abril previo a la Semana Santa se festeja la be dición de los ramos antes del Domingo de Resurrección, y ello, al decir de católicos creyentes constituye una celebración de la entrada de Jesús en Jerusalén en los días antes de su ejecución.
La Iglesia Católica llamó originalmente este domingo el segundo de la Pasión; acordada en el año 1970, pero se dijo que la designación formal fue cambiada.
Concomitante a esta revisión, la semana entera antes de que fuera Pascua fue redesignada como la Semana de la Pasión, lo que antes se llamaba "Semana Santa" oficialmente, y todavía designada así por el público en general.
En la liturgia de la Semana de la Pasión, ramos y palmas son bendecidos por sacerdotes y una procesión entra, cantando, promulgando de nuevo la entrada en Jerusalén.
Estas palmas se juntan en muchas iglesias que se quemarán más adelante como la fuente de las cenizas usadas en los servicios del Miércoles de Ceniza.
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