Este medio se hace eco de los comentarios de la Colega Sara Hernández

HABLEMOS CLARO

Los Sacerdotes Nacen con Pene
Nacer hombre es una condición divina otorgada por Dios. La estructura masculina está creada a la perfección para reaccionar en casos específicos.

Por Sarah Hernández
Directora del Periódico digital DiarioSocialRD.Com

LA OPINIÓN DE LA VERDADINFORMATIVA: Estamos seguro, que muchos medios y periodistas ya se han hecho eco de las importantes informaciones que en su artículo nuestra colega Sara Hernandez hace con respecto a las informaciones sobre el romance del queridisimo y ante todo muy serio, el Padre Alberto, comprendo un poco al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez de sacar del aire su programa, bueno su canal es de él, y es él quien decide quien se queda y quien no, pero tanto el Cardenal, como el mismísimo Papa, con todo respeto, se han puesto a pensar porque permiten llevar un anillo de tanto valor puesto por su investidura, habiendo, por supuesto, tanta personas pasando hambre en el mundo, y que con lo que cuesta el anillo del Papa se puede resolver el problema a mas de cien familia cada una con 6 miembros. Bueno lo del Padre Alberto no es nada, pensando y escribiendo estas sugerencias.

SANTO DOMINGO. La prensa en varios países del mundo da seguimiento a las informaciones sobre el escándalo que se ha producido en torno a la figura del sacerdote Alberto Cutié, quien fue captado en una escena romántica con una mujer. Pero antes de juzgar al sacerdote por sus acciones anormales pensemos que detrás de la sotana hay un hombre en condiciones normales.
Es injusto y mezquino no reconocer que aunque el Padre Alberto hizo un compromiso ante Dios de respetar el celibato, también fue Dios quien lo creo con pene como al resto de las especies masculinas con necesidades primarias como comer, orinar defecar y amar.
Como hombre no vemos en él pecado alguno, sus acciones de cariño ante una mujer definitivamente hermosa, no son cuentas de nuestro Rosario, tampoco es el primer sacerdote que comete este tipo de faltas imperdonables para la iglesia.
Viendo entonces la cantidad de casos que suceden en torno a la vida de los sacerdotes del mundo, muchos de los cuales son manejados y manipulados para evitar su promulgación, entonces es la misma Iglesia quien debe hacer una reestructuración de sus normas sacerdotales.
El padre Alberto es un hombre de bien, sabio, justo y de buenos modales. Es amado por muchas personas en el mundo, sobre todo en América Latina, donde desde sus diferentes ocupaciones y programas de orientación ha servido de estimulo para muchas familias en condiciones especiales.
No seamos ahora quienes lo señalemos por una actitud castigable según las reglas de la Iglesia, por su condición sacerdotal, pero un acto normal viéndolo desde el punto de vista masculino, en su condición de hombre que por demás es joven y hermoso.
Recordemos la famosa frase de San Agustín "Nada hay tan poderoso para envilecer el espíritu de un hombre como las caricias de una mujer".