lunes, 1 de junio de 2009
Mañana de intenso dolor en el aeropuerto internacional de Río
Por la Redacción Central
Fuente. Agencia EFE
RIO DE JANEIRO. El aeropuerto internacional Tom Jobim de Río de Janeiro vivió hoy una mañana de intenso dolor con la llegada de los familiares de los pasajeros del Airbus A330 de la compañía Air France que desapareció anoche mientras cubría la ruta entre la ciudad brasileña y París.
La terminal 1 del aeropuerto se convirtió desde primera hora de la mañana en un ir y venir de caras desencajadas por las lágrimas de los familiares y amigos de algunos de los 228 pasajeros y tripulantes que volaban en la aeronave de Air France siniestrada.
Todos ellos fueron dirigidos a una sala dispuesta en el aeropuerto, donde recibieron atención por parte de los responsables de la compañía aérea y por un equipo de sicólogos preparados para este tipo de catástrofes.
También mostraban su rostro serio y apesadumbrado aquellos que hoy esperaban ante el mostrador de facturación de la compañía francesa para embarcar en dirección a París en el vuelo de las 16.00 hora local (19.00 GMT), sorprendidos ante las noticias del avión desaparecido y la gran concentración de medios de comunicación en la terminal aérea.
Pero entre tanto dolor, también hubo espacio esta mañana para la esperanza de aquellos que, alertados por la noticia de la desaparición del avión, se acercaron al aeropuerto para confirmar que sus seres queridos no se encontraban en el vuelo accidentado.
Es el caso del coreógrafo Gustavo Ciriaco que, a pesar de haber comprado un pasaje para el vuelo con salida a las 16.00 GMT horas del domingo, descubrió a su llegada al aeropuerto que por un error de la compañía había sido ubicado en el vuelo AF447 ahora desaparecido y que salió a las 19.00 GMT horas de Río de Janeiro.
Finalmente, el pasajero, cuyo destino final era la ciudad alemana de Fráncfort, pudo volver a cambiar el billete para el vuelo original y en estos momentos ya está en Europa, según su propio hermano, Bernardo Ciriaco, que acudió al aeropuerto internacional de Río de Janeiro nada más conocerse la noticia.
"Yo sabía que mi hermano tenía que tomar ese vuelo a París pero no sabía exactamente el horario, y entonces comenzó la desesperación", explicó.
Ciriaco, que se mostró "muy aliviado" tras hablar finalmente por teléfono con su hermano, explicó que, para el coreógrafo, la discusión por el cambio de vuelo había sido "la pelea de su vida".
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