sábado, 7 de noviembre de 2009

Inauguran exposición “Intro-retrospectiva” de Santiago Reyes Almánzar en Sala de Arte Ramón OviedO




Por Elisa Amparo
Editora de Artes y Espectáculos

SANTO DOMINGO. Con el titulo “Intro-retrospectiva”, quedó inaugurada la exposición individual del artista Santiago Reyes Almánzar en la Sala de Arte Ramón Oviedo de la Secretaría de Estado de Cultura.
La muestra, que cuenta con 17 obras realizadas en esculturas metálicas, reflejan el carácter autodidáctico del artista, así como su destreza con objetos de metal.
Gabino Rosario, director de la Sala de Arte, refirió sobre la obra de Reyes que la misma muestra logros evidentes en su estructuración donde texturas, formas, líneas, espacios positivos y negativos, además del juego armónico confieren dinamismo y actualidad a su discurso plástico. “En ese sentido, las obras “Niña Asustada” y “Embrión”, son representativas de esas características”, agregó.
También resalta que en ocasiones surgen en el autor preocupaciones reales que plasma en sus producciones como forma de purificación, con una marcada búsqueda de nociones espirituales, mediante símbolos que a veces se repiten en algunas piezas. En otras, hay claras insinuaciones de carácter erótico, pero manejadas con cierta gracia y lirismo, carente de pecaminosidad alguna, lo que se aprecia en obras como “69 punto G”, “Ermitaño” y “Atesorado”.
En la actividad, personalidades del ámbito cultural, familiares y amigos del autor, pudieron disfrutar de una creación trabajada con esmero empeño, entusiasmo y determinación, con lo que su autor “se consolidó como uno se los grandes maestros de la escultura dominicana”, valoró Gabino.
Esta exposición se estará presentando hasta el 13 de noviembre, en la Sala de Arte Ramón Oviedo de la sede de Cultura sin ningún costo.

Santiago Reyes Almánzar

Nació en Río San Juan, Provincia María Trinidad Sánchez, República Dominica, el 25 de julio del 1960. Su vida se desarrolló en Santo Domingo y allí se nutre de viviendas y sublimidad social.
Desde muy temprana edad sintió la necesidad por las artes plásticas de manipular objetos; ahí surge su inclinación por la orfebrería, convirtiéndose en excelente joyero. En 1991 retorna a su pueblo natal cargado de sueños e instala su primer taller de joyería y en el 1997 realiza su primera exposición individual de pintura, titulada “Vuelo de ilusiones”, descubriendo sus dotes para dibujar.
El mimetismo encantado en sus esculturas en metal, son un reconocimiento de vida, que por diferente senderos se manifiesta abundantemente sublime.

No hay comentarios: