Por la Redacción Central
SANTO DOMINGO. La persecución del resto de los involucrados con la red del narcotraficante José David Figueroa Agosto fue favorecida este domingo por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien llamó a seguir profundizando las investigaciones, tras considerar que la identificación de militares en la misma evidencia que en el país hay un gran deterioro moral y que ese flagelo ha penetrado en todos los estamentos.
El jefe de la Iglesia Católica también llamó a hacer votos para que la sociedad dominicana siga el ejemplo de los restauradores, al entender que el país necesita en estos momentos una verdadera restauración que abarque los niveles políticos, morales, sociales y económico.
López Rodríguez habló tras oficiar una misa en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en el sector Lucerna, al conmemorarse este sábado el Día de la Asunción de Nuestra Santísima Virgen y Madre, patrona de esa iglesia, ubicada en el sector de Lucerna.
A juicio del prelado, la perversión de los involucrados y la realidad del narcotráfico es que son capaces de ir penetrando todas las instituciones.
Enfatizó en que en el país está claramente dicho y se ha establecido que ese flagelo se ha metido en el campo militar, policial, empresarial.
Opinó que se debe seguir investigando todo lo que se pueda y manifestó la creencia de que todavía no se ha acabado con toda la gente que está metida en eso. Sobre la celebración este lunes del 147 aniversario de la Restauración, López Rodríguez consideró importante que la población evalúe el significado de ese acontecimiento y haga votos para que la República Dominicana continúe honrando esa condición de país restaurado.
Sin embargo, advirtió que esa restauración debe hacerse en todos los órdenes, restaurado política, económica y moralmente para ver si los dominicanos son capaces de engrandecer la Patria que legaran hombres de la talla de los trinitarios y sobre todo Luperón que fue el gran centinela de la frontera. El cardenal López Rodríguez recordó que República Dominicana, después de su Independencia en el 1844, pasó por un período muy difícil de permanentes amenazas a su independencia, y sobre todo a causa de la siempre injustificable decisión del apátrida Pedro Santana, de anexar el país a España, lo que obligó al pueblo dominicano a reaccionar y decidir de nuevo ser la República Dominicana y no una provincia de España.
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