
Por la Familia Mondragon
Redacción Central
Sección Opinión
1 Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.
Vito es hija de una madre que sufrió el dolor del engaño por parte de su amado, si bien es cierto esta madre amaba a Viti pero a su manera, ya que nunca se lo pudo expresar por que el dolor de la desepcion le había endurecido el corazón. El papa de Viti siempre estuvo ausente en todas las etapas de su vida.
Durante su niñez, adolecencia y juventud fue muy agredida por su madre con palabras muy duras de desaprobación y severos castigos, que la hicieron sentir inservible, ya que su madre buscaba a la niña perfecta, Viti vivio esos años con su madre con miles de mascaras que cubrían su verdadera identidad, para todos daba a entender que era la niña feliz, una risa intensa cubria su gran vacio. Cuando se caso ese mismo lenguaje duro y agresivo lo trasmitió a su familia, con una familia a punto de destruirse y con unas hijas que soportaron castigo y agresiones al menor desliz. Conoció a Jesús, pero no podia experimentar en plenitud la presencia de Dios en su vida. Cuando tenía algún pesar, alguna dificultad, la mentira era su mejor salida, no se sentía suficiente para resolver nada. Cuando oraba, no sentía respuesta, tenia mucha culpa por lo que hacia o dejaba de hacer. A menudo se sentía muy sola, como que Dios era ese “gran ausente” en los momentos más difíciles de su vida, tal y como lo fue la ausencia de su padre durante su niñez. Viti desarrollo un temor exacerbado hacia Dios. Para ella, Dios estaba pendiente de todos y cada uno de sus actos y pensamientos, buscándole el menor desliz para castigarla severamente. Cada cosa mala que le sucedía, la atribuía a un castigo de parte de Dios.
Pese a que conocía a Cristo muchas veces fallo en el intento de ser una buena mama o esposa, hasta que decidió romper con todos esos esquemas en los que fue criada y todas esas maldiciones que le habían transmitido sus padres, se dio cuenta que siendo tan drástica con sus apreciaciones dañaba a los suyos; el Señor le dio la oportunidad de romper con todos esos esquemas, cuando a su pequeña hija le hayo en mentira, tenia dos opciones castigarla severamente para que tenga miedo y no vuelva a mentir mas o hablarle del amor y del perdón que recibimos del Señor cuando hay un verdadero arrepentimiento, asi que Viti decidió entregar su ira y su castigo en manos del Señor para que sea ÊL el que dirija la corrección, y empezó a hablar con su niña como nunca antes lo había echo, la pequeña se sintió realmente arrepentida y lloro y le pidió al Señor que le ayude a no mentir, Viti le dijo que el Señor ya la había perdonado y que ella también y se abrazaron, ella sintió que había empezado una nueva etapa en su vida cristiana comprendió que la imagen que tenemos de nuestros padres es la misma que tenemos de Dios y nos marca la relación que hemos de tener con El. Asimismo la IMAGEN QUE NUESTROS HIJOS TIENEN DE NOSOTROS COMO PADRES, afectará decisivamente la imagen que ellos tengan de DIOS durante su vida adulta.
Con demasiada frecuencia nosotros los padres olvidamos esto. Es por ello que cada día, hoy más que nunca, es absolutamente necesario que vivamos firmemente tomados de la mano de Dios y hagamos vivir Su Palabra en nuestras vidas. Pero fundamentalmente, fiados y confiados en su Infinita Gracia que va más allá de todos y cada uno de nuestros errores y aciertos; días brillantes y días negros; grandezas y pobrezas; victorias y derrotas.
¡Sonríe, Jesus te ama!
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