lunes, 18 de abril de 2011

abstinencia moral ciudadana, y partidaria..


Por Miguel Angel Severino
Sección de Opinión

Durante la semana mayor la sociedad cristiana conmemora el camino recorrido, por Jesús, al Gólgota. Esta hermosa jornada nos debe invitar a reflexionar en torno a la inversión de valores que reina en la sociedad presente.
La semana mayor, en nuestro país, encuentra a policías y militares en calidad de socios de los negocios y la empresa del delito, una actividad reservada, antes, para delincuentes, y unos que otros abogados, legisladores, funcionarios y empresarios privados.
Tal parece que la sociedad del siglo xxi practica, de manera colectiva, una abstinencia moral ciudadana que nos asombra a la vez que nos preocupa.
La delincuencia callejera, la inseguridad ciudadana, jurídica, patrimonial y de mercado afecta nuestra imagen, como nación, a la vez que nos coloca en desventajas con respecto a nuestros competidores en el mundo de los negocios, la inversión extranjera, y el turismo, entre otras aéreas tan vitales.. en la ruta hacia el estadio del desarrollo, como nación.
Los antivalores del liderazgo partidario, social e institucional saltan a la vista en las conductas, a diario, de nuestros legisladores, alcaldes, jueces, magistrados, policías, militares, políticos, curas, pastores, funcionarios y empresarios privados.
Corrupción, tráfico de influencia, evasión fiscal, robo, atraco, sicariato, delincuencia callejera, delincuencia jurídica, falsedad de escritura, asalto, y asesinato para robar, entre otros, son los más sonados actos.. donde la inversión de valores de nuestra sociedad se manifiesta en el día a día.
La semana mayor es un espacio al que debemos asistir, para pulgar nuestros pecados como sociedad, ante el altar del bien, de los valores Patrios, de la moral ciudadana hostosiana, boschista, y martiana entre otros, prohombres.
La abstinencia moral ciudadana en la sociedad del siglo xxi parece la regla y no la excepción.
Las faltas de políticas públicas de orden cívico, moral, y sobre todo la ausencia de valores éticos, patrióticos, y ciudadanos desde y en la escuela, la familia, los partidos, los gremios profesionales y empresariales, los clubes culturales, deportivos y artísticos nos han hecho preso de la presente inversión de valores.
Nos urge como pueblo, como nación, como sociedad, como Patria, como Estado, como gobierno articular y elaborar todo un”manual de moral ciudadana”, en lugar de ir a descansar o a reflexionar, durante el periplo de la semana mayor.
Nos hace falta como Patria y como nación una cultura del bien, de la moral, de y la ética ciudadana, centrada en valores, preceptos, normas y principios de comportamientos cívicos obligatorio desde el seno del hogar, la escuela, los partidos, los clubes, las universidades, el Estado, el gobierno, los ayuntamientos, las fuerzas armadas y la policía nacional y toda la sociedad en su conjunto.
Desde esa perspectiva se impone elaborar e instituir un sistema de honor al merito ciudadano a la vez que consagrar el premio anual “Juan Bosch” para honrar y gratificar al ciudadano meritorio del año, en cada una de las disciplinas e instancias sociales, gremiales, partidarias, legislativas, municipal, militar, y policial, entre otras.
Es preocupante la percepción de que nos parezca que la sociedad promueve una inversión de valores o especie de abstinencia moral ciudadana, en sentido general, visto el prontuario de delitos penales en que a diario los actores sociales se ven involucrados, sin ningún tipo de escrúpulo, y sin que la justicia y la propia sociedad sancionen, condonen, criminalicen o penalicen desde los puntos de vistas sociales, morales y jurídicos penales respectivamente.
La abstinencia moral ciudadana, es un estadio de la sociedad del siglo xxi, un reto y un desafío a superar por el sistema, y el liderazgo político partidario de la nación.

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