viernes, 22 de abril de 2011

En el Sermón de las Siete Palabras: La Iglesia hace llamado a la reflexión


Por la Redacción Central

SANTO DOMINGO.- El padre Bienvenido Colón afirmó al pronunciar la quinta parte durante el Sermón de las Siete Palabras, que buscando a Jesús se pueden saciar todos los tipos de sed que tiene en la actualidad la humanidad.
Al dedicar su comentario a la expresión de Jesús durante el momento de la cruxifición “Tengo Sed”, dijo que el hombre tiene muchas clases de sed, pero que todas se pueden saciar buscando a Dios, porque él tiene una dimensión más allá de lo humano. “Ese grito de Jesús: ”Tengo Sed”, no fue puntual, sigue resonando a lo largo de la historia de la humanidad, pronunciado por muchos hombres y mujeres de todos los tiempos", dijo el padre Colón.
Indicó que hay muchas personas que se sienten explotados, abusados e indefensos, razón que les lleva a estar sedientos; mientras tando, prosigue el párroco, unos piden que se haga justicia y otros necesitan paz y armonía
En ese sentido precisó que todos los seres humanos, aún teniendo bienes en abundancia, siempre sufrirán de insatisfacción porque el único que puede satisfacer todos los tipos de sed es Dios.
Este viernes, tras recordar la última palabra de Jesús en la cruz, en el acto celebrado en la Catedral Primada de América, el diácono Benito Moreno Santana al pronunciar la Séptima Palabra resaltó al Padre, a quien encomendó su Espíritu.
Con esta palabra concluye el Señor su obra de salvación de una humanidad caída con faltas al amor a Dios y al amor de los semejantes, recrea una nueva humildad.
El sexto día de la semana finalizó Dios la creación de los cielos y la tierra, dando al ser humano la administración de todo lo creado, con instrucciones precisa de qué hacer.
El ser humano desobedeció porque prefirió escuchar la voz del dominio, rompiendo así la amistad con su creador y en respuesta faltó también al amor humano acusando su mujer, esperando ser librado de su propia culpa.
El reverendo Diácono Benito Moreno Santana habló en estos términos durante la lectura de la Séptima Palabra de Jesús, “Padre en tu mano encomiendo mi espíritu”.
Moreno dijo que hoy debemos gritar a una sola voz, “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”, los médicos, los maestros, los medios de comunicación, los empresarios, los discípulos de hoy y todos en sentido general para que esta sociedad pueda ser trasformada.
En el acto conmemorativo de las últimas palabras de Jesucristo en la cruz, que tradicional se celebra en la Catedral Primada de América, Santa María la Menor, el presbístero Gregorio Santana destacó el compromiso de la Iglesia dominicana por mantener el liderazgo basado en los principios de la fe.
El Sacerdote de la pastoral de Villa Mella, al leer la Sexta Palabra expresó que cuando Jesús exclamó: “Todo está consumado”, fueron que tuvieron un gran eco en la Iglesia que lleva 500 años de vida evangelizadora en República Dominicana.
Recordó que la Iglesia Católica ha sido la interlocutora natural de las causas nacionales y ha dado la cara en la accidentada historia republicana y en la consolidación de la democracia.
El servidor católico consideró que esta Sexta Palabra, pronunciada por Jesús en la cruz, implica un mayor compromiso para los sacerdotes y sus colaboradores de estar más cerca del pueblo.
En tal sentido, indicó que los pastores de la Iglesia Católica, a través de sus parroquias, deben estar al lado de los pobres evangelizando y procurando el desarrollo humano.
El padre Tulio Cordero al pronunciar la Primera PalabraL “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, destacó hoy que hay que perdonar siempre, pero que el perdón no significa minimizar, ni negar el mal que se ha hecho.
Dijo que el corazón de quien ha sido agraviado puede y debe hacer el intento de olvidar, pero que el rol de la justicia no es ese.
Agregó que el mal hecho a la persona y a la sociedad debe ser corregido por la sociedad, porque de lo contrario se estaría alimentando de la violencia, el odio y del sentimiento de la vergüenza.
“Si bien es urgente educar para el perdón también lo es educar para la justicia y el respeto a la dignidad de la otra persona”, manifestó Cordero.
Señaló que Jesús, en vez de pedir castigo para sus verdugos, ni siquiera una palabra hostil salió de su boca, sino que oró al Padre y disculpó a quienes lo hicieron sufrir tanto.
En la oración, en el marco de la primera del sermón de las Siete Palabras, el padre Tulio Cordero precisó: “Padre, haz que tu hijo pronuncie su palabra de perdón sobre nuestros pecados. Padre, si alguien se considera mi enemigo; si alguien me ignora, me ultraja y maltrata…perdónalo y dame la fuerza para perdonarlo de corazón”.
En la Tercera Palabra, el sacerdote que la leyó destacó: “Mujer he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre”, y recordó que Jesús y María vivieron en la cruz el mismo drama de muchas familias, de tantas madres e hijos, reunidos a la hora de la muerte.
Precisó que después de largos períodos de separación, por razones de trabajo, de enfermedad, de labores misioneras en la Iglesia, o las razones de la vida, se encuentran de nuevo en la muerte de uno de ellos.
Comentó que al ver Jesús a su madre presente allí junto a la Cruz, evocó toda una estela de recuerdos gratos que habían vivido juntos en Nazaret, en Caná y en Jerusalén.
Vinculó el texto sagrado con los vicios y otras desviaciones de la conducta que afectan a tantos jóvenes en el mundo con el consiguiente sufrimiento de la familia y la sociedad.
El párroco Antonio Lluberes, de la Compañía de Jesús y director nacional de las Escuelas Fe y Alegría, aseguró este Viernes Santo que Cristo demostró autoridad cuando yacía crucificado a la espera de su muerte.
Dijo que al pronunciar la expresión: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”, Jesús demostró que es de Dios y está con Dios, y que conoce la sinceridad de los corazones.
Sostiene que clavado en la cruz, Jesús entra en un diálogo con los ladrones en medio de los cuales se encontraba crucificado; los soldados, con su Padre y su madre.
Durante el Sermón de las Siete Palabras, el párroco Lluberes explicó que en medio de los dos ladrones, uno bueno y otro malvado, Jesús promete una vida plena a los que hacen el bien y lo practican, que es pronto en la misericordia y el perdón.
Señala que la misericordia es la posibilidad de rehacer la vida, de cambiar, de transformarse a una convivencia plena, de salir de la oscuridad a la luz.
Fray Frankely Rodríguez, de la Parroquia San Francisco de Asis- Paz y Bien, recordó al mundo cristiano este Viernes Santo en la Cuarta Palabra la expresión de Cristo en la cruz: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”
El sacerdote resaltó que Dios no abandona al que cree en él.
Al formar parte de los sacerdotes que pronunciaron las Siete Palabras sostuvo que la cruz y el dolor de Cristo no es realmente abandono, sino más bien entrega.
Manifestó que el dolor humano es un ministerio que sólo a la luz de la fe, iluminada por Dios, puede aceptarse con la convicción de que éste siempre actúa buscando la salvación de los hombres.
Rodríguez expresó que Cristo padeció también a distancia el abandono de hombres mujeres, niños y ancianos que han sufridos y sufren por estar alejados de la verdad y la caridad.
Destacó que existen y hay muchas esposas sufriendo porque sus maridos han hecho de la calle su hogar, y que asimismo muchas mujeres no le ofrecen a sus esposos sus solicitudes de cariño para hacer sus hogares más acogedores.

No hay comentarios: