domingo, 24 de abril de 2011

La llaman la boda del siglo: La princesa Kate Middleton le dará el si al príncipe Guillermo el 29 de abril





Por la Redacción Central

Boda real británica será transmitida en vivo por YouTube

LONDRES.- Funcionarios del palacio ofrecerán una transmisión en vivo de la boda real del 29 de Abril entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton, a través del canal de la monarquía en YouTube.
La cobertura en vivo de cuatro horas incluirá la ceremonia en la Abadía de Westminster, la procescal palacio de Buckingham y el saludo de los novios en el balcón del recinto, donde se espera se den el primer beso. La oficina de prensa de Guillermo también ofrecerá un blog en vivo con comentarios e información histórica, así como segmentos adicionales de video.
"La pareja quiere encontrar un balance entre un día que es sagrado e íntimo y un día que será motivo de celebración global", dijo el Martes 19 un vocero del palacio St. James, quien pidió no ser identificado. "Para ese fin, quieren que la boda sea lo más accesible a la mayor cantidad posible de personas, y es por eso que se están comunicando por este vía".
Los funcionarios señalaron que la pareja ha estado muy involucrada en la planificación de la boda.
"Guillermo y Catherine han disfrutado completamente el proceso de crear ese día especial. Han estado encargados de todo, desde los detalles más pequeños, como los canapés de la recepción, hasta decisiones más grandes como los carruajes", señaló.
Los funcionarios indicaron que ésta será la primera vez que YouTube presente un blog en vivo al lado de una transmisión en simultáneo de un evento.
El palacio también planea colgar fotos adicionales vinculadas con la boda real en Flickr, como antesala al gran acontecimiento, y ampliar su cobertura en la página oficial creada para la boda real.
Un programa oficial se venderá a la multitud que se reúna para presenciar la caravana real. Costará dos libras (3.20 dólares). El recuerdo incluirá el nuevo escudo de armas de Middleton, en el cual las bellotas simbolizan fortaleza y continuidad.
El escudo revelado el Martes fue aprobado por Thomas Woodcock, quien asesora a la reina Elizabeth II en la entrega de los escudos de armas y otros asuntos ceremoniales. Tiene tres bellotas que representan a los hijos de las familia Middleton -Kate, Pippa y James- y refleja los robles que pueblan en la aldea rural de Bucklebury, donde viven.
El escudo de armas también incluye un símbolo en forma de compás que representa montañas y colinas, en alusión a las actividades al aire libre que la familia disfruta.
Los funcionarios dicen que Carole y Michael Middleton, los padres de la novia, junto al esto de la familia, ayudaron a diseñar el escudo.
"Aunque su propósito es darle la tradicional identidad heráldica a Catherine cuando ésta ingresa a la familia real, la intención era representar a toda la familia Middleton, su casa y las cosas que disfrutan", dijo Woodcock.
Woodcock señaló que luego de la boda real, Kate Middleton colocará su escudo de armas al lado de los del príncipe Guillermo, lo que requiere del permiso de la reina.

Las calles de Londres son decoradas por motivo de la boda real.

Gigantescas Union Jacks ondeando por toda la ciudad, fuentes limpias y céspedes perfectamente cortados: a una semana de la boda real, Londres se pone elegante para el príncipe William y Kate Middleton.
Cientos de miles de admiradores son esperados en la capital para el enlace del 29 de abril, decenas de miembros de casas reales y otras personalidades invitadas a la ceremonia, que será cubierta por miles de periodistas.
Para que la ciudad esté tan guapa como la novia ese día, los empleados municipales se han esmerado en las tareas de limpieza y de jardinería y han erigido imponentes tribunas de prensa en lugares estratégicos como la abadía de Westminster o el palacio de Buckingham.
Frente al palacio ondean ya decenas de banderas británicas con los colores rojo, azul y blanco, y muchas más deberían ser instaladas en los próximos días a lo largo de la ruta que recorrerán en carroza los recién casados cuando salgan del templo, así como en otros lugares emblemáticos de la capital.
En el Mall, la gran arteria que lleva al palacio, se han colocado ya entre las hileras de castaños los altavoces que difundirán en directo la ceremonia, mientras que en el cercano St James Park, el césped está impoluto, como sus inconfundibles tumbonas de rayas verdes y blancas, y los parterres rebosan de nuevas flores.
En Whitehall, la arteria que concentra la gran mayoría de los ministerios y que también forma parte del recorrido, las estatuas de los memoriales de guerra han recuperado todo su brillo tras ser limpiadas a presión.
Y la "Horse Guard", la guardia montada que vigila el lugar, lustró su coraza, para alegría de las hordas de turistas que posan con ella, y también de Richard Hudson, que regenta un puesto de ''souvenirs'' cercano.
"Casi no me quedan paños de cocina de William y Kate. He vendido centenares", declara con satisfacción.
Aunque los novios no pasarán por allá, las autoridades aprovecharon la oportunidad para limpiar las fuentes cercanas a Trafagar Square, que esta semana fueron vaciadas. También se limpiaron las baldosas y se pulieron los portalámparas de bronce. "Creo que no se había hecho en 20 años", dijo una de las personas encargadas de esta labor.
En el otro extremo de Whitehall, fuera de la abadía, el centro de la plaza del Parlamento también luce hierba nueva, pero los militantes antiguerra que acampan allá desde hace años conservan su trozo de pavimento con sus pancartas que denuncian los "dos millones de muertos en Irak".
Sin embargo, una de ellas, María Gallastegui, ha cedido a la euforia ambiente y en una de las lonas exteriores de su tienda ha pintado los nombres de William y Kate dentro de un gran corazón.
Detrás de los manifestantes, un grupo de trabajadores da los últimos toques a una tribuna de prensa de cinco gradas ante la entrada occidental de la abadía, donde un centenar de fotógrafos y otros 250 periodistas estarán apostados el próximo viernes para inmortalizar la llegada de la novia.
También se han instalado andamios en dos edificios, donde se alinean ya las cámaras para tener la mejor toma de la abadía.
Hay otra estructura más pequeña en la plaza Trafalgar, con una buena panorámica de la capital.
El principal centro de prensa está del otro lado de Buckingham Palace, donde se han construido también varios estudios de televisión temporales. Los camiones esperan ya con sus antenas parabólicas apuntando al cielo, listas para empezar a transmitir.

El popular traje de novia

El popular vestido de seda y encaje de la reina victoria contiene algunas pistas sobre lo que utilizará Kate Middleton rumbo al altar el 29 de abril, incluso aunque Victoria se casó en 1840 en una boda íntima.
Victoria no tuvo que posar frente a las cámaras de televisión con cientos de reporteros y fotógrafos siguiéndola y formalizó su matrimonio en una capilla privada relativamente pequeña, no en la majestuosa Abadía de Westminster.
Eso significa que un vestido sencillo como el de Victoria no será suficiente, dijo Joanna Marschner, curadora principal de los Palacios Reales Históricos de Gran Bretaña, que cuida el vestido de novia de Victoria y los vestidos utilizados por otras princesas en sus bodas.
"El vestido tiene que estar a la altura de la ocasión", dijo Marschner. "Tiene que ser grande para mantenerse en escala con el espacio y sostenerse frente al escrutinio de todos esos ojos. Tiene que resistir el día, tiene que decir algo sobre nuestro tiempo y encima debe ser del gusto de la novia, pues ella debe estar cómoda en él".
La identidad del diseñador que eligió Middleton y el estilo de su vestido continúan siendo un secreto celosamente guardado. Las autoridades del palacio dicen que Middleton quiere sorprender al príncipe Guillermo cuando salga de un Rolls-Royce para cruzar el atrio de la abadía.
Marschner no se atrevió a hacer predicciones sobre el vestido, más allá de decir que el diseñador debe respetar la seriedad asociada con Westminster. Esto significa que un vestido sin tirantes o con un escote pronunciado será poco probable. Middleton tendrá que esperar a una recepción nocturna en el Palacio de Buckingham si quiere usar algo más revelador.
La única cosa en la que todos coinciden es que el diseñador será británico, o por lo menos que debería serlo, y esto es similar al caso de Victoria, que usó encaje inglés y seda tejida en Londres para mostrar su apoyo a los fabricantes británicos.
La atención se ha centrado en Sarah Burton, la directora creativa de la casa de modas de Alexander McQueen. Otra posible candidata es Sophie Cranston, fundadora de la marca Libelula o Bruce Oldfield, uno de los favoritos de la princesa Diana.
El nombre de Cranston surgió esta semana cuando varios reportes la nombraron el caballo negro en la contienda por el diseño más codiciado en años.
"Yo creo que todos aquellos que han sido mencionados están en la competencia", dijo Astrid Joss, editora de compras de la revista Brides sobre novias. "Sophie Cranston tiene la misma posibilidad que los demás. Pensar en ella es realista pues Kate a usado piezas suyas. No se le ha puesto demasiada atención, pero ella hace vestidos ligeros y elegantes que van con el estilo de Kate".
Optar por Cranston sería para Middleton una forma de reconocer a los diseñadores locales más pequeños y menos costosos, dijo Joss.
Victoria también tomó algunas elecciones con tintes políticos al crear su atuendo de boda. Se esmeró en mostrar su apoyo a los trabajadores británicos al utilizar encaje de Honiton y seda tejida en el país, dijo Marschner.
El vestido color crema que llevó Victoria es tan frágil ahora, que sólo pueden tocarlo expertos con guantes, pero pronto se le realizará un tratamiento mayor de restauración para que pueda ser mostrado al público en el Palacio de Kensington el próximo año.
"El vestido de Victoria es un parteaguas en la historia de la Moda" Marschner. "Antes las novias eran peones usados para sellar alianzas o unir países. Victoria se casó por amor y conservó su vestido por motivos sentimentales. Su boda es recordada como un día hermoso".
La boda de Victoria desató el interés por las bodas reales, lo que a su vez llevó a la atención mundial por la boda del príncipe Carlos y Diana Spencer en 1981, y a la locura por la ceremonia próxima a celebrarse.
En las décadas tras su boda, Victoria se caracterizó por usar en ocasiones especiales el encaje que fue removido de su vestido de novia. Incluso lo utilizaba sobre vestidos negros tras la muerte de su esposo, el príncipe Alberto, para recordarle a la gente su amor por él.
Rosemary Harden, gerente del Museo de la Moda en Bath, espera que Middleton incorpore un poco de encaje inglés en su vestido para mantener la tradición.

Lista de invitados

La monarquía británica dio a conocer el sábado la lista confirmada de invitados a la boda real del príncipe William y Kate Middleton, así como su ubicación durante la ceremonia.
Ya se conocían los nombres de muchos de los 1.900 invitados, incluidos el astro de fútbol David Beckham y su esposa Victoria, el músico Elton John y el cineasta Guy Ritchie. Pero otros eran nuevos, como la cantante de soul Joss Stone y el comediante Rowan Atkinson, conocido como Mr. Bean y amigo del príncipe Carlos, el padre de William.
La lista de ubicaciones en la ceremonia del 29 de abril en la Abadía de Westminster indica quiénes serán los escasos afortunados que podrán presenciarla de cerca. Alrededor de un millar de personas ocuparán las secciones del templo con vista limitada.
La reina Isabel II y otros miembros de la familia real ocuparán la primera fila al otro lado del pasillo de la familia Middleton. Serán los más cercanos al santuario del templo, donde estarán de pie William y su novia.
Los Middleton compartirán el sector con los amigos de la pareja y familiares de la princesa Diana Spencer.
Asistirán miembros de familias reales de Bahrein, Dinamarca, España, Marruecos y otros países. Otros invitados serán funcionarios de gobierno y oficiales de las fuerzas armadas, soldados que combatieron en Afganistán y empleados de las obras de caridad de Guillermo.
Funcionarios de palacio dijeron que tradicionalmente sólo se invita a las bodas reales a jefes de estado coronados, y que líderes políticos que no son miembros de la Mancomunidad de Naciones británica, como los presidentes Nicolas Sarkozy o Barack Obama, no recibieron invitaciones.

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