Redacción Central
Fuente. Gerardo Reyes, Casto Ocando y Jorge Mota
Periodistas de Univisión
Livia Acosta Noguera fue declarada persona no grata por parte del Departamento de Estado de EU.
MIAMI - Estados Unidos expulsó a la cónsul general de Venezuela en Miami, mencionada en un documental de Univisión, por su participación en un presunto plan de sabotaje cibernético a Estados Unidos cuando estuvo de agregada cultural en México.
El Departamento de Estados dio 72 horas a la diplomática, Livia Acosta Noguera, para que abandone Estados Unidos, según el portavoz de esa dependencia, Mark Toner.
Toner declinó comentar sobre el motivo de la expulsión pero citó el artículo 23 de la Convención de Viena sobre relaciones consulares, que no obliga al país a dar explicaciones por la expulsión.
La decisión de Washington se produjo a pocas horas del arribo a Caracas del presidente de Irán, Mahmoud Ahmedinajad, y tras el anuncio del presidente Hugo Chávez del nombramiento de un nuevo ministro de defensa a quien el Departamento del Tesoro señala de mantener vínculos con el narcotráfico.
En la mira del FBI
Documentos obtenidos por Univisión tras la transmisión del documental muestran que además de su posición diplomática, Acosta estaba vinculada a los servicios de inteligencia de Venezuela.
De acuerdo con fuentes en Washington consultadas por Univisión, tras la publicación del documental el FBI ordenó una investigación sobre las grabaciones que implicaban a Acosta.
Eventualmente, dijeron las fuentes, la decisión del Departamento de Estado de expulsar a Acosta se basó en los resultados de la indagación del FBI.
La congresista Ilean Ros-Lehtinen (republicana de Florida), quien había pedido al Departamento de Estado que investigara a la cónsul venezolana, apoyó el domingo la decisión. “Este es el paso apropiado para tomar en contra de la cónsul general en Miami y resalta la amenaza que ofrece la influencia iraní en América Latina”, expresó la legisladora.
Documental de Univision
El caso de Livia Acosta Noguera se conoció el pasado 8 de diciembre cuando “Univisión Investiga” transmitió para todos los Estados Unidos “La Amenaza Iraní”, un documental de una hora de duración que muestra las diversas incursiones del gobierno de Irán en América Latina.
Uno de los segmentos del documental está dedicado a un presunto plan que se fraguó en México entre 2006 y 2010 para deshabilitar los sistemas informáticos de Estados Unidos. Entres los objetivos del ataque se encontraban la Casa Blanca, el FBI, el Pentágono y varias plantas nucleares.
El plan se conoció porque algunos estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que habían sido contratados por el profesor de ese centro estudiantil Francisco Guerrero Luteroth para llevar a cabo el sabotaje, decidieron no hacerlo y en su lugar grabaron a los diplomáticos involucrados para luego denunciarlos, según lo relataron a Univisión. Los estudiantes se hicieron pasar como hackers o piratas cibernéticos.
En una de las conversaciones grabadas secretamente se escucha a Acosta pidiendo información de accesos al sistema de informática de plantas nucleares de Estados Unidos que entregaría al presidente Hugo Chávez.
“Yo quiero hacer énfasis, lo que tú me diste, lo último (…) ya lo vio el presidente (Chávez)”, expresó la diplomática de acuerdo con las grabaciones obtenidas por Univisión Investiga.
En otra conversación, Acosta comenta que el general Alexis López, en ese momento jefe de la custodia presidencial, presuntamente habría sido la persona que entregó a Chávez la información enviada por ella desde México.
Pedido adicional
Acosta también pidió a los supuestos hackers difundir información falsa contra disidentes del gobierno chavista y entregó, de su puño y letra, una lista de los críticos del presidente cuyos movimientos bancarios, propiedades y desplazamientos debían ser investigados, explicaron los estudiantes.
También expresó su interés en la búsqueda, a través de piratería cibernética, de información sobre militares venezolanos que estaban ingresando a México. Quería establecer si formaban parte de una conspiración contra el gobierno chavista con supuestas conexiones en Miami.
“Nosotros tenemos un problemita: venezolanos militares que están entrando y parece que están trabajando en una conspiración aquí en México, pero entran, trabajan aquí su conspiración y salen, ¿no? Y necesito saber quiénes son esos”, demandó Acosta de acuerdo a las grabaciones.
“Lo que sé es que se reúnen con algún venezolano y tienen contacto en Miami y conspiran contra Venezuela, me imagino que tienen apoyo de Estados Unidos”, agregó.
Frustran la operación
Uno de los reclutados por el profesor Guerrero Luteroth en 2006 fue el entonces estudiante de sicología Juan Carlos Muñoz Ledo. Muñoz organizó su propio grupo de amigos para frustrar la operación porque le preocupaba, según explicó, que además del sabotaje cibernético el grupo del profesor había contemplado la posibilidad de ejecutar ataques físicos a las instalaciones en Estados Unidos.
“Los objetivos del plan que se discutieron fueron atacar en primera instancia de manera cibernética a los Estados Unidos y posteriormente hacerlo de manera física. Eso era lo que querían propiamente tanto las embajadas de Irán con la de Venezuela, con el auspicio obviamente de Cuba”, aseveró Muñoz Ledo.
Muñoz Ledo ha sido contactado por personal de un senador de Estados Unidos para que declare en una audiencia del Congreso en las próximas semanas. En entrevistas posteriores con Univisión, Muñoz ha dicho que teme por su vida. Otros integrantes de su grupo se encuentran en Estados Unidos a la espera de un asilo político porque temían por sus vidas en México, según explicaron en sus solicitudes.
Espionaje en México
La curiosidad de la cónsul no estaba limitada a supuestos conspiradores antichavistas. También quería espiar al Partido de Acción Nacional (PAN), la organización del ex presidente mexicano Vicente Fox, un enemigo jurado de Chávez.
“Yo quisiera relacionarme alguien con el PAN, qué es lo que grabó el PAN de Venezuela, qué es lo que están organizando”, solicitó a los universitarios.
Las grabaciones dejan entrever la relación cercana que Acosta mantenía con la embajada de Irán en México. En una de las conversaciones, la entonces agregada cultural admitió que había conocido en un viaje a la provincia mexicana al entonces embajador de Irán Mohammad Hassan Ghadiri, un ambicioso diplomático que se movía por todo México para expandir la influencia del Islam.
Durante uno de los encuentros grabados, Livia Acosta exclamó al referirse a Ghadiri: “¡El embajador de Irán es cheverísimo!”.
Antes de ocupar el consulado en Miami, Acosta desarrolló diversas ocupaciones como funcionaria del gobierno de Hugo Chávez, desde agregada cultural en República Dominicana, México y Perú, hasta organizadora de los círculos bolivarianos en Venezuela.
Biografía de la cónsul
Acosta tiene títulos universitarios en Relaciones Internacionales y en Teología. Antes de ser funcionaria, se desempeñó como vicerrectora del Seminario Bautista de Venezuela, perteneciente a la Iglesia Bautista.
Al inicio del gobierno chavista en el año 2000, trabajó como responsable de Proyectos Especiales del Fondo de Desarrollo Microfinanciero, particularmente en la promoción de microcréditos para los sectores menos favorecidos.
Entre 2001 y 2002 ayudó a organizar los círculos bolivarianos para promover la ideología chavista dentro y fuera de Venezuela. En 2003 pasó al servicio exterior como agregada de asuntos internacionales de la embajada en República Dominicana, donde permaneció hasta fines de 2006.
En 2007 pasó como segunda secretaria de la embajada en México, encargada de los asuntos culturales. Allí trabajó en la promoción cultural y política y cultivó relaciones con grupos de la izquierda mexicana como el Partido de la Revolución Democrática. En 2008 se relacionó con activistas y dirigentes de las embajadas de Cuba e Irán en México, y con el grupo de estudiantes y profesores de la Universidad Autónoma de México (UNAM), que trabajaban en un presunto plan de ataque cibernético contra Estados Unidos.
Espía de Chávez
En 2010 Acosta fue trasladada a la embajada de Venezuela en Perú, donde permaneció hasta principios del 2011 como responsable del área consular. A fines de marzo de 2011 fue designada como cónsul de Venezuela en Miami.
Acosta no sólo desempeñaba responsabilidades diplomáticas en la misión venezolana en Miami. De acuerdo con documentos obtenidos por Univisión, la funcionaria también trabajaba para los servicios de inteligencia de Venezuela.
La cónsul aparece como funcionaria activa del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), de acuerdo a un documento que la muestra como miembro de la caja de ahorros de ese organismo (Casebin), a la que pueden pertenecer únicamente los empleados del Sebin.
Desde su llegada a Miami a principios de Julio de 2011, Acosta fue objeto de acusaciones por parte de activistas venezolanos en el sur de la Florida, de que ordenaba “monitorear” las organizaciones del exilio venezolano que se oponen al gobierno de Hugo CháveS.