Por Grégory Pérez N.
Mercadólogo
Sección de Opinión
De todo el país político progresista es conocido que Guillermo Moreno ha rechazado en la práctica la unidad y que se cree un Dios terrenal al cual hay que seguir de manera ciega.
Desde hace tiempo varios movimientos se han planteado un sinnúmero de iniciativas unitarias en busca de una participación electoral de lo patriótico en las elecciones presidenciales próximas, pero Guillermo Moreno ha sido indiferente a las mismas.
Ahora lanza una propuesta unitaria en los medios de comunicación con fines especulativo cuando precisamente por su culpa ya se fue el tiempo para orquestar una unidad de candidatura, y cuando mucha gente ya está consciente de que es una persona engreída, con marcas de despotismo y caudillismo.
Guillermo no quiere unidad, pero hace noticias con esa idea. Es un especulador del que debemos estar advertidos.
Cuando había tiempo para la unidad, él no quiso. Sabrá Dios a qué obedece que ahora se destape con esa propuesta que muchos le reclamamos por mucho tiempo; y que anhelamos. Pero ya será para la próxima, si es que Dios mete su mano y ayuda a cambiar la mentalidad despótica y caudillista de los que pretenden convertirse en líderes del país para sustituir a los que en la actualidad desgobiernan y a los que han desgobernado.