Por Oscar y Silvia Mondragón
Opinión
La
lengua es un miembro de nuestro cuerpo tan pequeño, que posee un gran poder. Es
una fuente de vida o muerte, una fuente de bendición o maldición. Con ella bendecimos
y adoramos a Dios, y por otra parte, maldecimos a los hombres que están hechos
a imagen y semejanza de Dios. Es por ello la importancia de mantener dominio
sobre la lengua. Cuantos problemas podríamos evitarnos si nos sometemos al
Espíritu de Dios, para dominar y refrenar nuestra lengua?
La
solución a nuestros problemas y situaciones, están en nuestra lengua, a través
de la profecía. Profetizar es hablar del corazón de Dios, y para ello es
necesario conocerle y estar lleno de su palabra. Nosotros hablamos de lo que
nos alimentamos, es por eso que la biblia menciona lo siguiente: “De la
abundancia del corazón, habla la boca” (Mateo 12:34) Como adoradores tenemos
que cuidar lo que sale de la boca, y ser responsables de cada palabra hablada. El adorador habla la justicia, y alaba al Señor todo el día: Y mi lengua hablará de tu justicia Y de tu alabanza todo el día (Salmos 35:38)
El adorador habla sabiduría: La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia (Salmos 37:30)
El adorador declara la palabra de Dios : Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia (Salmos 119:172)
El adorador utiliza su boca para alabar a Dios con alegría: … Con labios jubilosos te alabará mi boca… (Salmos 63:5)
Los labios del adorador siempre alaban a Dios por su gran amor, son un instrumento de alabanza: Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán (Salmos 63:3)
La lengua del adorador está libre de engaño e iniquidad: Mis labios no hablarán maldad, Ni mi lengua pronunciará engaño (Job 27:4)
El adorador tiene muy presente que la lengua mentirosa es abominación a Dios, por ello siempre HABLA VERDAD: La lengua mentirosa es abominación a Jehová (Proverbios 6:17)
El adorador refrena su lengua de hablar mal y proferir engaños, esto le asegura gozar de una vida de llena bendición: En efecto, el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar mal y sus labios de hablar engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga (1 Pedro 3:10-11)
El adorador guarda su boca y lengua, con ello libra su alma de angustias: El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias (Proverbios 21:23)
LA MUERTE Y LA VIDA ESTÁN EN PODER DE LA LENGUA, Y el que la ama comerá de sus frutos (Proverbios 18:21)
En tu boca esta el hacer la diferencia, poder para crear, bendecir, anunciar del corazón de Dios a las personas que te rodean y cambiar las circunstancias.
Abre tu boca que yo la llenaré, así te dice el Señor!