jueves, 20 de marzo de 2014

Descubren a un prisionero "cocinado" en una celda de Nueva York

Redacción Central

EE.UU.- Jerome Murdough, un indigente que fue arrestado por allanamiento tras haberse refugiado en la azotea de un edificio en Harlem para pasar la noche, murió una semana después de su detención en la cárcel de Rikers Island, la más grande de EEUU.
“Básicamente fue cocinado vivo, dijo uno de los oficiales”
El hombre, un exsoldado de la Marina de 56 años y quien estaba mentalmente enfermo, fue encontrado sin vida en su celda, la cual al parecer se sobrecalentó hasta alcanzar los 100 grados Fahrenheit, aparentemente debido a una falla de la calefacción.
Los oficiales que hallaron el cuerpo revelaron a AP que la víctima se encontraba medicada debido a su enfermedad mental, por lo que podría haberse encontrado muy vulnerable al calor.
Al parecer tampoco abrió un pequeño respiradero que había en su celda, tal como otros presos lo hacen para dejar entrar algo de aire fresco.
"Básicamente fue cocinado vivo", dijo uno de los oficiales, quienes hablaron en condición de anonimato debido a que no se les permite discutir detalles específicos del caso.
La oficina del examinador médico dijo que la autopsia aún estaba inconclusa y que se necesitaban más análisis para determinar cuál fue la causa exacta de la muerte de Murdough. Sin embargo los oficiales dicen que las indicaciones iniciales de la autopsia y la investigación apuntan a una deshidratación extrema o a un golpe de calor.
Realizarán investigación interna
Por su parte los defensores de reos que sufren alguna enfermedad mental en Nueva York dijeron que la muerte de este sujeto representa lo mal que está el sistema judicial de la ciudad en casi todos los niveles: por arrestar a Murdough en lugar de buscarle ayuda, por haberle impuesto una fianza de 2 mil 500 dólares y por no supervisarlo de cerca y ponerlo en una unidad especial de observación para reos con enfermedades mentales.
El portavoz del Departamento de Correccionales, Robin Campbell, dijo en un comunicado que una investigación interna se encargará de revisar las circunstancias de la muerte de Murdough, "incluyendo el desempeño del personal y que éste se haya apegado a los procedimientos adecuados".
Campbell reconoció que la temperatura en la celda de Murdough estaba "inusualmente alta" y que se debió actuar para arreglar los problemas mecánicos de la calefacción para asegurarse que las temperaturas no atentaran contra la vida de una persona, "particularmente en las áreas donde los presos más vulnerables son alojados".
De acuerdo con los oficiales municipales, Murdough fue encerrado solo en su celda. Debido a que se encontraba en la unidad de observación, se suponía que debía ser revisado cada 15 minutos como parte de una vigilancia para prevenir el suicidio, según dijeron.
Pero Murdough no fue descubierto hasta cuatro horas después, alrededor de las 2:30 a.m. del 15 de febrero. Se encontraba tirado sobre su cama, y para entonces ya estaba muerto.
Cuando la víctima fue encontrada y abrieron su celda, la temperatura de su cuerpo y la temperatura de la celda eran de por lo menos 100 grados. Tales temperaturas podrían haber estado más altas antes de que fuera descubierto, debido a que la celda había estado cerrada por varias horas, según dijeron los oficiales.