EE.UU.- La comunidad de Ferguson, escenario de violentas protestas durante los últimos días y
la represión por parte de la policía, volvió a la calma tras el anuncio
de que la Patrulla de Carreteras de Missouri se haría cargo de la
seguridad.
El gobernador Jay Nixon anunció que
el control estará a cargo del capitán de raza negra Ron Johnson, ya que
la respuesta de la policía local ha provocado fuertes críticas, con lo
que se retiraron de las calles los agentes que, portando armamento
militar, amenazaban la integridad de los manifestantes.
"Ferguson no se definirá como una
comunidad que fue destrozada por la violencia sino que se conocerá como
una comunidad que se unió para superarla", dijo Nixon en una conferencia
de prensa.
El capitán Ron Johnson dijo que
creció en la comunidad y que significa mucho para él la responsabilidad
que tendrá de romper este ciclo de violencia.
Ferguson cuenta con dos tercios de
la población negra, sin embargo sólo tres de los cincuenta y tres
agentes de la policía local son afroamericanos, según la agencia Efe.
La designación fue vista positivamente por la población. "Es tan
diferente... las otras noches fue una guerra. Este nuevo tipo ha
cambiado la atmósfera", dijo Rena Perry a CNN.
Por el momento las calles de
Ferguson volvieron a la normalidad y el capitán Johnson tendrá la
primera prueba de fuego este viernes, cuando las autoridades den a
conocer la identidad del agente que disparó al joven Michael Brown.
Obama intercede
Antes de que se anunciara el relevo
en la policía, dirigentes cívicos y religiosos de la comunidad negra en
Ferguson, habían calificado como "respuesta militarizada" el despliegue
de la fuerza policial, incluidos agentes con uniforme de combate,
chalecos antibala, fusiles automáticos e incluso una tanqueta blindada.
Ello obligó al presidente Barack
Obama a criticar tanto los saqueos y actos de violencia como el "uso
excesivo de fuerza policial" en esa localidad.
En declaraciones desde Martha’s Vineyard, donde vacaciona el mandatario,
señaló que la policía tenía "la responsabilidad de ser transparente"
respecto a lo ocurrido, y que no había "ninguna excusa" para la
violencia ni por parte de la policía ni por parte de los manifestantes.
Por su parte el secretario de
Justicia Eric Holder, señaló en un comunicado su preocupación por la
respuesta policial a las manifestaciones en Ferguson.
"La respuesta de la policía a estas
manifestaciones debe tratar de reducir las tensiones, no aumentarlas.
Los que se reúnen pacíficamente para expresar simpatía por la familia de
Michael Brown deben tener sus derechos respetados en todo momento",
declaró.
"En un momento en el que debemos
buscar reconstruir la confianza entre las fuerzas de seguridad y la
comunidad local, estoy muy preocupado porque el despliegue de equipos
militares y vehículos envían un mensaje contradictorio", concluyó
Holder.
Ambos, Obama y Holder, se reunieron
la mañana del jueves para discutir la situación en esa población de
Missouri y además extender sus condolencias a la familia del joven.
