lunes, 11 de abril de 2016

HIROSHIMA: Países del G7 reclaman “un mundo sin armas nucleares”

Redacción Central

HIROSHIMA, Japón.- Los países del G7 han reclamado este lunes “un mundo sin armas nucleares” en la declaración conjunta de la reunión que han mantenido en Hiroshima sus ministros de Exteriores, entre ellos el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que ha tributado junto a sus colegas un histórico homenaje a las víctimas del bombardeo nuclear sobre esa ciudad por parte de los estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
El foro, que reúne a Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá e Italia, también ha instado a “acelerar” e “intensificar” la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico tanto en Irak como en Siria, así como a afrontar “la amenaza global del terrorismo”, según el comunicado publicado tras el encuentro.
Asimismo, los siete titulares de Exteriores han condenado “de la manera más enérgica” los últimos ensayos nucleares y de misiles de Corea del Norte, señalando que la prueba nuclear que llevó a cabo Pyongyang el 6 de enero y su posterior lanzamiento de un cohete espacial constituyen una flagrante violación de varias resoluciones de Naciones Unidas.
Por último, el G7 muestra su preocupación por la tensión que se vive el Mar del Sur de China, por lo que los ministros han instado a los países implicados en disputas territoriales en la zona a que se abstengan de realizar proyectos para ganar tierra al mar y de construir instalaciones militares en los archipiélagos de la zona, en lo que se interpreta como una crítica a China.
Gestos históricos en Hiroshima En cualquier caso, el desarme nuclear centra la declaración conjunta: “Reafirmamos nuestro compromiso para lograr un mundo más seguro y para crear las condiciones que permitan un mundo sin armas nucleares”, reza el texto, que ha estado acompañado de significativos gestos, empezando por la celebración de la reunión en la ciudad japonesa de Hiroshima.
Allí, John Kerry ha llevado a cabo una histórica visita al Parque de la Paz, en lo que supone la primera vez que un alto cargo de Washington homenajea a víctimas del bombardeo atómico estadounidense. Junto a Kerry, también han acudido al lugar por vez primera los cancilleres de Reino Unido y Francia, otras dos potencias nucleares, así como el resto de titulares de Exteriores del G7.
Los ministros han visitado el Museo y el Parque de la Paz de Hiroshima y han hecho una ofrenda floral en el cenotafio, donde están inscritos los nombres de las más de 250.000 víctimas que dejó el primer bombardeo atómico de la historia, ejecutado por aviones estadounidenses el 6 de agosto de 1945.
Kerry no hizo la reverencia ante el monumento tal y como establece el protocolo japonés, un gesto que si han observado otros de los ministros participantes, entre ellos el japonés, Fumio Kishida, originario de Hiroshima, que se ha inclinado en señal de respeto.
“Reponsabilidad para evitar la guerra en el futuro
Con todo, Kerry ha asegurado sentirse “profundamente conmovido y honrado”, recalcando que “nunca podré olvidar mi visita a Hiroshima”, según ha señalado en rueda de prensa.
“Creo que todo el mundo debería visitar este museo y esta ciudad. Y espero que Obama sea una de esas personas que lo visiten, aunque es difícil decir cuándo, y si podrá hacerlo mientras sea presidente”, dijo el secretario de Estado al ser preguntado sobre la posibilidad de que el líder de la Casa Blanca acuda a Hiroshima.
El titular británico de Exteriores, Philip Hammond, ha indicado que este acto “supone el reconocimiento y la afirmación de nuestra responsabilidad para evitar la guerra en el futuro, y nuestro compromiso para hallar soluciones pacíficas a los problemas”, en declaraciones recogidas por la agencia nipona Kyodo.
Japón, el único país que ha sido objeto de un ataque atómico, quiere aprovechar su presidencia de turno del G7 para dar un nuevo impulso al movimiento internacional por el desarme nuclear.
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos ejecutó su primer ataque atómico en Hiroshima, y el 9 del mismo mes lanzó un segundo artefacto nuclear sobre ciudad de Nagasaki, lo que desembocó la capitulación de Japón seis días después y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
Las bombas atómicas lanzadas en estas dos ciudades niponas acabaron en el acto con la vida de 80.000 personas en Hiroshima y de 74.000 en Nagasaki, pero las víctimas mortales aumentaron por decenas de miles durante los años posteriores debido a los efectos de la radiación.