PUERTO RICO.- Seis personas murieron durante el pasado fin de semana en
Haití como consecuencia de las lluvias torrenciales que cayeron en el
área metropolitana de Puerto Príncipe, informó el Ministerio del
Interior en un comunicado publicado este martes.
Cuatro miembros de una
familia -un adulto de 41 años y tres niños de dos, seis y ocho años-
fallecieron en la madrugada del domingo cuando se hundió su humilde casa
en un barrio cercano al centro de la capital haitiana.
En la comuna de Delmas, situada en un alto, las fuertes lluvias
provocaron la caída de un trozo de un muro, que mató a un hombre de 36
años y a una niña de siete, precisa el texto. Las tormentas, provocadas
por el paso de una depresión sobre Haití, también causaron importantes
inundaciones en llanuras del oeste.
La primera estimación de protección
civil haitiana da cuenta de 4.612 viviendas invadidas por los aluviones y
otros desechos arrastrados por las aguas en las comunas de Puerto
Príncipe, Cité Soleil y Cabaret, unos 30 km al norte de la capital.
La aguda falta de infraestructuras para evacuar el agua de lluvia
provoca a menudo importantes daños materiales en la capital haitiana. A
eso se une la inexistencia de un sistema eficaz de recolección de
residuos, que agrava la vulnerabilidad de las familias más pobres, que
construyen sin permiso habitaciones precarias cerca de barrancos
obstruidos por la basura.
No está previsto que las condiciones meteorológicas mejoren antes del
miércoles, y las autoridades piden prudencia a la población.
En su
comunicado, el Ministerio del Interior llama a “anticipar e identificar
los potenciales riesgos en el entorno inmediato y tomar las medidas
necesarias o advertir a las autoridades lo antes posible con el fin de
salvar preciadas vidas”. En febrero, la segunda ciudad del país, Cabo
Haitiano, se inundó en dos ocasiones.
Una persona murió y al menos 9.600 casas de los barrios más pobres de
la comuna quedaron inundadas.
Cada año, de junio a noviembre, Haití se
ve afectado por la temporada de ciclones, pero debido a la ausencia
total de planificación urbana en el país, solo los fuertes aguaceros
registrados en la primera temporada de lluvias, de abril a junio, son
suficientes para poner en peligro las vidas de los ciudadanos más
desfavorecidos.