Ciudad / País
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Hora local
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Houston (Texas, EE.UU)
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18:30 hs
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Argentina
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20:30 hs
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México
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18:30 hs
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Perú
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18:30 hs
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Colombia
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19:30 hs
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Chile
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20:30 hs
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España
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00:30 hs (+1)
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EE.UU.- Dentro del estadio, 73.000 personas. Fuera de él,
frente a sus televisores, unos 120 millones. Todos, atrapados por el evento
deportivo menos deportivo de todos: el Super Bowl número 51, la final del
campeonato estadounidense de fútbol americano, que se jugará hoy, a partir de
las 20.30 de Argentina, y enfrentará a New England Patriots con Atlanta
Falcons.
Por supuesto, hay un título en juego. Los dos equipos, que
avanzaron desde la temporada regular y sortearon con éxito los playoffs,
jugarán por el trofeo Vince Lombardi, una fina copa de plata diseñada por la
exclusiva joyería Tiffany & Co. Pero esta final, una de las cuatro grandes
del deporte norteamericano (junto con el básquet, el béisbol y el hóckey sobre
hielo), supera a cualquier otro choque decisivo en términos de su alcance
extradeportivo. Ni el Mundial de fútbol ni los Juegos Olímpicos contienen el
componente de espectacularidad y show consumista que engloba el Super Bowl.
Vale repasar los datos que explican el fenómeno.
Juegan
11 vs. 11 y los equipos rotan por completo según la situación. Ejemplo:cuando
ataque New England, lo hará con sus 11 atacantes y enfrente estarán los 11
defensores de Atlanta (y viceversa). También hay “equipos especiales” que entran
al mismo tiempo.
El
equipo atacante tiene cuatro chances para recorrer al menos 10 yardas. Si lo
logra gana cuatro intentos para recorrer 10 más y así sucesivamente. Si no, la
pelota pasa al rival.
El
mariscal de campo decide y ejecuta las jugadas de ataque. El de New England es
Tom Brady;el de Atlanta, Matt Ryan.
Llegar
a la zona de anotación es un “touchdown” y vale seis puntos. Tras él, se puede
intentar un “extra point” (patada a los postes)por un punto o un “try de dos
puntos” (llegar otra vez a la zona de anotación).
Gol
de campo:es una patada a los postes que vale tres puntos. También se pueden
ganar dos puntos si la defensa derriba al ataque dentro de su zona de anotación
(inusual).
El estadio en que jugarán Patriots y Falcons es el NRG
Stadium de Houston, Texas. Es el mismo en que se jugó la final del baloncesto
universitario de los EE.UU. el año pasado y donde también se disputaron dos
encuentros de la Copa América Centenario. A la ciudad le costó aproximadamente
80 millones de dólares poner en marcha el aparato organizativo, aunque está más
que claro que el fin se justifica: por albergar este encuentro, el rédito será
de unos 500 millones.
Quienes asistan al estadio serán
verdaderos privilegiados. Según el sitio StubHub, propiedad de la compañía
líder en el mundo de compraventa por Internet, eBay, en promedio las entradas
para el Super Bowl costaron un 72% más que los boletos para la última final de
la Liga de Campeones de Europa, que jugaron en Milán el Real y el Atlético de
Madrid. Las más caras de esta noche, incluso, doblan en precio a las más
costosas de aquella Champions (14.000 dólares contra 7.000).
En el territorio rey de la comida
rápida en el planeta, este domingo será un día de consumo brutal. Se calcula
que es el segundo día con más órdenes de delivery en todo el país, sólo
superado por el Día de Acción de Gracias, y se estima que ocho de cada 10
televidentes pedirá su comida. Dentro del estadio, en tanto, se venderán poco
más de 11.000 conos de papas fritas, unas 8.500 alitas de pollo y más de 50.000
súper panchos. Además, tanto hinchas como televidentes estarán listos para
consumir la friolera de 35 mil toneladas de guacamole. El año pasado, en el
Super Bowl 50, se consumieron 287 millones de paltas. Consecuencias:1) Para
bajar toda esa comida, hace falta mucha bebida. Y la cerveza es la compañía
ideal para el público: se espera que se tomen 1.200 millones de litros. 2) Los
lunes posteriores a la final del fútbol americano, cerca de dos millones de
personas faltan a sus trabajos por estar -supuestamente- enfermos
Tanto gasto en tickets, televisores y en comidas les da a
las cadenas muchos motivos (léase billetes) para querer hacerse con la
transmisión. Tal es el interés que entre tres gigantes audiovisuales se
repartieron los derechos: la FOX (que lo transmitirá este año), la NBC y la
CBS. Para esta noche, los 30 segundos de publicidad se cotizaron en cinco
millones de dólares. En uno de los anuncios habrá un toque argentino: Nintendo
publicitará su nueva consola con un spot filmado en parte en la Facultad de
Ciencias Exactas de Buenos Aires.
La última -y tal vez más importante- pata de lo
extradeportivo tiene que ver con el espectáculo de medio tiempo, en el que se
presentan artistas de los más reconocidos del mundo sin cobrar. Tiene sentido:
¿cuántas veces tienen la chance de dar un concierto de apenas un par de
canciones para más de 100 millones de personas? Este año, la elegida es Lady
Gaga, que invitará al mítico intérprete de jazz Tony Bennett, de 90 años. Se
especula con la posibilidad de que la cantante sobrevuele el estadio o se
cuelgue del techo:su show costará unos 10 millones de dólares. Muchos esperan
ver si critica a Trump, ya que fue público su apoyo en la última campaña
presidencial a Hillary Clinton. ¿La multarán como a M.I.A., a quien le
demandaron 16 millones de dólares por hacer el “fuck you” en 2012?.