miércoles, 20 de diciembre de 2017

Villa Salma, Samana. Julia de Peña Mejía

Redacción Central

SANTO DOMINGO.- Cuando llegas al Malecón de Samaná, Julia te da la bienvenida en español o en inglés y te habla de sus artesanías a muy buenos precios.
“¡Good morning my friend!”, dice, para entrar rápidamente en “otra” materia: pescado con coco, playa y yaniqueque.
Julia de Peña es del barrio Villa Salma y vende artesanías en la feria que se realiza en el Malecón.
La llegada de turistas de cruceros a esta paradisíaca provincia ha dinamizado la economía de los micro y pequeños empresarios.
"Nos sentimos agradecidos de los turistas que nos vienen a visitar, porque nosotros los recibimos con todo el corazón, porque ellos lo que nos traen es beneficio; nosotros somos los que tenemos que cuidarlos a ellos".
Julia comparte el punto con su pareja Wilson Capoy, guía turístico y con su hija Margarita Smith, quién le enseñó diseño y confección de artesanías en madera, metal, piedras preciosas, pero además a coser vestidos y blusas.
Margarita, la hija, enseñó a Julia, la mamá, la técnica para hacer más rentable su incursión en el negocio turístico.
Ser de barrio ha sido para ella ventaja y no perjuicio, porque en los barrios se aprende a buscar el peso y a rentabilizar lo poco que se tiene. A sus cuatro hijos los crió sola y todos son trabajadores.
Además, gracias a su trabajo, pudo construir su casa y la de su hija, un hecho que la llena de satisfacción. 
Al Gobierno dominicano nos da mucho placer contar la historia de Julia y de su familia, microempresarios del turismo, ejemplos de trabajo, alegría y orgullo de Samaná.