Redacción Central
EE.UU.- La tarde del martes los medios informaron que el gobierno había desistido de incluir en el Censo del 2020 la polémica pregunta de ciudadanía y que había ordenado que se empezara a imprimir los formularios que se usarán en la encuesta.
Según medios, el Departamento de Comercio (del que depende el Censo) expresó su decepción por la decisión. El presidente dio a entender que apelaría la decisión y que hasta podría postergarse el conteo decenal, algo que nunca se ha hecho en los más de dos siglos que se viene realizando la encuesta.
EE.UU.- La tarde del martes los medios informaron que el gobierno había desistido de incluir en el Censo del 2020 la polémica pregunta de ciudadanía y que había ordenado que se empezara a imprimir los formularios que se usarán en la encuesta.
Una
semana atrás la Corte Suprema de Justicia determinó que las razones
dadas por el gobierno no eran suficientes para justificar incluir una
pregunta que fue descartada hace más de medio siglo. Expertos de la
Oficina del Censo consideran innecesaria y que puede tener efecto
distorsionador en el conteo. La Corte devolvió el caso a tribunales
inferiores, donde sigue siendo desafiado por grupo de defensa de
derechos civiles.
Según medios, el Departamento de Comercio (del que depende el Censo) expresó su decepción por la decisión. El presidente dio a entender que apelaría la decisión y que hasta podría postergarse el conteo decenal, algo que nunca se ha hecho en los más de dos siglos que se viene realizando la encuesta.
Pero este miércoles, Trump
sorprendió con un mensaje en su cuenta Twitter descalificando las
versiones sobre el abandono de la pregunta publicadas la noche anterior,
basadas en comunicaciones obtenidas por varias de las partes que
demandaron al Departamento de Comercio.
“Los
reportes noticiosos sobre que el Departamento de Comercio está
desistiendo de colocar la Pregunta de Ciudadanía en el Censo es (sic)
incorrecto o, por ponerlo diferente, FALSOS! Estamos absolutamente
moviéndonos hacia adelante por la importancia de la respuesta a esa
pregunta”, escribió el presidente.
Sin embargo, esa no fue la primera reacción del presidente a los informes de medio que ahora califica como “falsos”.
Sin embargo, esa no fue la primera reacción del presidente a los informes de medio que ahora califica como “falsos”.
"Es
un momento muy triste para América el que la Corte Suprema de los
Estados Unidos no permita la pregunta de ¿es esta persona ciudadana de
los Estados Unidos? en el censo de #2020 (…) Le he pedido al
Departamento de Comercio y al Departamento de Justicia que hagan lo que
sea necesario para traer esta pregunta muy vital, y este caso tan
importante, a una conclusión exitosa”.
El
mensaje del martes no indicaba que fueran falsas las versiones de los
medios, respaldadas por las reacciones de júbilo de varios de los
demandantes, incluida la fiscal general del estado de Nueva York,
Letitia James, cuya oficina ha encabezado la demanda presentada por
otros estados y organizaciones civiles.
Enny
Pichardo, vicesecretario de prensa de la oficina de la fiscal general,
le confirmó a Univision Noticias este miércoles que habían recibido un
email del DOJ el martes anunciando que el cuestionario se imprimiría sin
la pregunta.
Agregó que la oficina de la
fiscal no estaba al tanto hasta ese entonces de esta posición del
presidente o de lo que había tuiteado.
Horas
más tarde, la fiscalía envío un comunicado de prensa a Univision
Noticias en el que dice que Trump "se enfrenta a su propio gabinete,
buscando propagar el miedo" al cambiar "su punto de vista sobre la
pregunta de ciudadanía en el Censo".
"Otro
día, otro intento de sembrar caos y confusión", dice la fiscal James en
su declaración. "La Corte Suprema de los Estados Unidos ya habló, y el
propio Departamento de Comercio de Trump también lo hizo. Es hora de
avanzar, y garantizar que todas las personas en este país sean
contadas".
Organizaciones de derechos civiles,
expertos en políticas públicas y defensores de los inmigrantes han
alertado que incluir una pregunta sobre ciudadanía en el Censo inhibiría
a las comunidades inmigrantes de responder el cuestionario, lo que
llevaría a que se cuenten menos habitantes en esas zonas y por lo tanto
recibirían menos fondos federales para salud, educación, infraestructura
y otros beneficios básicos necesarios para las comunidades.