
Por. Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK.Una campaña nacional e internacional que incluya al gobierno dominicano y al propio presidente Leonel Fernández que busque evitar la ejecución en Nueva York del dominicano Humberto Pepín Taveras también conocido por los apodos de “Tony” y “Luis Rosario” de 42 años de edad y declarado el lunes culpable de varios cargos que lo hacen elegible a la pena capital, está siendo solicitada por el reconocido abogado Víctor Espinal que oficia en Manhattan.
Pepín Taveras que prefirió enfrentarse al jurado antes que declararse culpable, alegó a través de su abogado defensor Louis M. Freeman que asesinó y descuartizó a uno de los miembros de la banda de narcotráfico que lideraba y a un supuesto rival “en defensa propia”, pero el argumento fue rechazado contundentemente por los fiscales y descartado por los jurados.
El criollo que fue deportado de Estados Unidos en 1989 después de haber cumplido nueve meses de cárcel por un caso de violencia doméstica, pero logró regresar ilegalmente al país para reintegrarse a sus actividades criminales y de narcotráfico y en 1992 fue imputado por los asesinatos del afro americano Jonathan Bandler y el hispano Carlos Madrid, cuyos cadáveres descuartizó y tiró los pedazos al río Tibeet Brooks de Yonkers. El convicto, les narró fríamente a sus interrogadores de la policía como desmembró los cuerpos de sus víctimas y les dijo que lo hizo “profesionalmente”, porque en su país natal era carnicero profesional.
El jurado comenzará a deliberar sobre la draconiana decisión a partir del 29 de octubre. En entrevista telefónica con este reportero el director de prensa de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn Robert Nardoza dijo que el panel podría tomarse sólo una semana en llegar a un acuerdo para que Pepín Taveras sea ejecutado o no con la inyección letal.
Desde la oficina del abogado Freeman, su secretaria la señora Sharlene Ramos dijo que el jurista no se encontraba para dar una reacción sobre la decisión del jurado y prometió localizarlo para comunicarse con este redactor. Al cierre de esta nota, la llama del abogado no se había recibido.
Familiares de reo tampoco han reaccionado públicamente hasta ahora a la decisión judicial.
Pepín Taveras es responsable, acorde con esa decisión, de traficar con 5 kilogramos de cocaína, conspiración para distribuir y vender sustancias controladas que incluyen heroína, dos homicidios voluntarios en conexión con el narcotráfico.
El total de los cargos hechos por la fiscal Roslynn R. Mauskopf y establecidos en un expediente de 7 páginas, copia del cual fue enviado a este medio por su oficina de prensa, se alega que Pepín Taveras también amenazó de muerte para intimidar a una posible testigo en su contra que no fue identificada por el Gran Jurado, así
como la violación de una libertad condicional que había conseguido por una acusación de delito menor previa en la corte criminal de El Bronx.
En cuanto al asesinato de José Rosario los fiscales dijeron que Taveras, lo hizo de manera odiosa y con desprecio depravado por la vida humana, además de cometer serios abusos físicos contra el cuerpo de esa víctima al que descuartizó. “Este asesinato, el acusado lo cometió con anticipada planificación y premeditación”, agrega la acusación.
Recuerda el expediente que Pepín Taveras también había sentenciado en diferentes ocasiones por ofensas estatales y federales que lo pusieron por más de un año en la cárcel.
En relación al homicidio de Madrid, los fiscales adujeron que Pepín Taveras lo acometió con la misma saña con que mató a Rosario y recuerda que el dominicano fue condenado a cinco años de prisión por narcotráfico en violación al título 21 de las secciones 841 (a) y 846 de las leyes contra narcóticos y fue sentenciado por ese cargo en 1995.
Los fiscales dijeron además que entre octubre de 1995 y noviembre del 2002 y estando en la cárcel, Pepín Taveras intentó obstruir la justicia intimidando a una mujer que sólo fue identificada por el anónimo de “Jane Doe”.
El tratado de extradición de 1909 entre Estados Unidos y la República Dominicana establece que ningún dominicano entregado por las autoridades del país caribeños a sus homólogos norteamericanos, podrá ser sentenciado a la pena de muerte, pero en este caso, el juez Jack B. Weisntein que dirigió el juicio contra Pepín Taveras, recordó que el acusado fue reapresado en Nueva York luego de reentrar ilegalmente al país por lo que es elegible a ser condenado a la inyección letal.
Antes del comienzo del juicio hace dos semanas, los fiscales, el abogado Freeman y organizaciones contra la pena de muerte, entablaron una larga batalla legal a fin de evitar unos que la causa se llevara a cabo con la posibilidad de esa sentencia y los otros por lo contrario.
Al final, un tribunal de apelación decidió que los fiscales tenían suficiente base en las leyes federales para pedir su ejecución.
Al cierre de esta nota este redactor se comunicó con el subsecretario de Prensa de la presidencia en Nueva York Nelson Encarnación en busca de una reacción del cónsul general Eduardo Selman sobre el caso.
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