domingo, 22 de mayo de 2011

Santa Sede dicta conferencia “Cultura, desarrollo y enseñanza universitaria en África”



Por Elisa Amparo
Editora de Artes, Cultura y Espectáculos

SANTO DOMINGO.- El pabellón de la Santa Sede desarrolló la conferencia “Cultura, desarrollo y enseñanza universitaria en África” dictada por Monseñor Barthélemy Adoukonou, Secretario del Consejo Pontificio de la Cultura, en el marco de la XIV Feria Internacional del Libro.
El obispo inició su disertación expresando la preocupación de la Iglesia de África por formar universitarios y científicos que puedan tomar los destinos de ese país. Dijo que, en el contexto de la globalización, están, de un lado, los pueblos de la miseria y, del otro, los de la bonanza, a partir de lo cual se puede explicar el fenómeno de la migración masiva.
Destacó que la pobreza y la falta de oportunidades son las causas de la migración de jóvenes africanos a países del norte, en busca de mejorar su calidad de vida. Resaltó que, paradójicamente, África es rica en mina, agricultura, ecología y tiene una juventud talentosa, pero al mismo tiempo es el continente más pobre, después de 50 años de independencia.
Añadió que en la actualidad los países europeos buscan la ayuda de las naciones de África del Norte para bloquear el flujo migratorio. Recordó que, frente al drama migratorio, la Conferencia Episcopal Africana organizó un coloquio entre las iglesias, tanto de los países africanos como de los europeos, a fin de buscar una política común, pastoral, y hallar respuestas humanas para esa tragedia.
Formuló que los ciudadanos africanos justifican la emigración argumentando que sus países están destruidos y no hay trabajo “esos jóvenes sienten en carne propia el subdesarrollo y la necesidad de cambiar de destino”.
Aseguró que los pastores han presenciado un círculo vicioso del subdesarrollo, que provoca otros atrasos como son el cultural, social, antropológico y espiritual. Expresó que hay dos tipos de migración, una calificada, llamada fuga de cerebros y la no calificada, “así la juventud educada se va a occidente y África no se beneficia de ellos, lo que tiene un efecto negativo sobre su desarrollo”.
Enunció que el desarrollo en África no ha sido pensado ni organizado, y hace falta voluntad política.
Monseñor Barthélemy Adoukonou concluyó diciendo que la Iglesia africana tiene que hacer una evaluación crítica sobre su presencia en ese continente y su labor educativa. La actividad se realizó en la Sala de la Cultura del Teatro Nacional Eduardo Brito.

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