Opinión
La República
Dominicana se ha consolidado en toda América Latina y el Caribe como la nación
mayor receptora de Inversión Extranjera Directa, hasta el punto de que cada año
percibe el 50 por ciento de las inversiones totales que se realizan en la zona.
En los últimos
años, la IED ha crecido en el país por encima de un 40 por ciento, superando
los 3 mil 600 millones de dólares cada 12 meses.
Como pocas
naciones en el mundo, la República Dominicana tiene una veELntaja comparativa
extraordinaria para comercializar en los mercados norteamericanos y
centroamericanos. El país representa la Tercera Frontera de los Estados Unidos,
compartida con Centroamérica y Suramérica, y es –sin lugar a dudas- un punto de
encuentro para Europa.
Es por ello,
y por sus inigualables atractivos, que el célebre economista francés, Jacques
Attali, ha sostenido que “la República Dominicana es un país fascinante” y que
su estratégica “ubicación geográfica es también única”.
Y no se
equivoca. El país ofrece diversas oportunidades de inversión extranjera en
todos los sectores y niveles, y todo un mundo de excelentes oportunidades, que
lo han convertido en la meca, en el líder de la IED en la región.
Además de
las ventajas comparativas y competitivas, como elementos relevantes para la
inversión, el país exhibe, los siguientes una:
Gran
estabilidad política y macro económica, abundancia de mano de obra calificada,
sistema bancario y de seguros altamente desarrollados, ambiente de operación de
Zonas Francas, y del sector manufacturero sin riesgos, posición geográfica
estratégica, y muy buena infraestructura de puertos, aeropuertos y
telecomunicaciones.
Desde
finales de la década de los años 90 y bajo las exitosas administraciones del
Partido de la Liberación Dominicana, la sociedad dominicana ha venido
experimentando una profunda transformación económica y un increíble crecimiento
sostenido. De hecho, la tasa promedio de crecimiento de la economía -una de las
tres más altas del mundo- es de un 8%.
Pese a que
aún persiste la crisis financiera mundial, que se originó en el año 2007 en
parte por los comodities, actualmente bajo la fructífera gestión del Presidente
Danilo Medina, la economía dominicana está creciendo a un ritmo de un 7.2%, y
son extraordinarias las inversiones que se vienen haciendo en zonas francas,
turismo, inmobiliaria, telecomunicaciones y otras aéreas.
Son decenas
de miles los nuevos empleos que se han creado fruto de nuevas naves y parques
industriales de zonas francas que se han instalado, aprobado últimamente o
ampliado sus operaciones en el país, incluyendo las multinacionales Sara Lee y
Gildan Activewear.
De igual
manera, todo el mundo sabe que el presidente Medina, desde el 2012, ha estado
recibiendo en su despacho del Palacio Nacionala inversionistas de Asia, Europa,
Canadá, Norteamérica y Latinoamérica y que ha asistido a varios actos para
inaugurar hoteles en zonas turísticas del país, así como al inicio de
operaciones o trabajos de otros proyectos.
En esos
menesteres, dio el primer "palazo" para la construcción del complejo
turístico Costa Norte Playa Grande, en Río San Juan y asistió a la inauguración
de las nuevas instalaciones del hotel Be Live Hamaca, en Boca Chica, por
ejemplo. Además, ha observado el comienzo de otras obras e inversiones de
diversos grupos internacionales, entre ellos Poma y Globalia.
El jefe de
Estado también ha asistido a los actos de aperturas de las Plazas Sambil, Ágora
Mall, de la tienda internacional Forever 21, y del hotel de lujo JW Marriott
Santo Domingo, el primero de esa cadena norteamericana en el área del Caribe,
entre otras; así como a la apertura y ampliación de proyectos de la Cervecería
Nacional Dominicana, de los Feris Iglesia y de otros grupos empresariales
locales.
El país –que
garantiza y privilegia la inversión local y extranjera- trabaja arduamente para
seguir atrayendo inversiones y trabajos de alto valor, a los fines de sostener
su asombroso desarrollo y diversificar las fuentes del crecimiento económico.
En efecto, se han eliminando las viejas barreras para el comercio y la
inversión, y los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo continúan impulsando
reformas para mejorar el clima de negocios.
Los avances
han sido de tal magnitud, que –ante las notables y evidentes mejoras logradas
para iniciar un negocios y otras barreras eliminadas- una reciente
investigación del Banco Mundial ubica a la República Dominicana entre una de
las 10 naciones más reformadoras del mundo.
En medio de
los evidentes e inequívocos retos que enfrentan los países en vía de desarrollo
a causa de la globalización y la creación del Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), República Dominicana da pasos certeros para la competencia
mundial, garantizando su acceso a bloques regionales, pactando acuerdos de
libre comercio de promoción y protección de las inversiones así como
fortaleciendo las relaciones bilaterales y multilaterales.
En ese
tenor, el país ha rubricado varios acuerdos de libre comercio, los cuales le
permiten el acceso preferencial a un gran mercado, de más de 875 millones de consumidores
en Estados Unidos, Europa, Centroamérica y Caricom.
Hace poco se
hizo una Investigación Evaluativa del Impacto del Acuerdo de Libre Comercio de
la República Dominicana con los Estados Unidos y los países centroamericanos
(Dr-cafta) sobre los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia la
economía local, la cual fue desarrollada por investigadores del Grupo de
Consultoría Pareto, en colaboración con la Dirección de Comercio Exterior y
Administración de Tratados Comerciales Internacionales (DICOEX), del Ministerio
de Industria y Comercio (MIC).
La misma
contó con el apoyo financiero de la Agencia de Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID).
Al analizar
la evolución de la IED en el país, la referida investigación arrojó que la
nación ha logrado captar un gran flujo de Inversión Extranjera en los últimos
años en importantes sectores de la economía, tales como comunicaciones, turismo
y comercio, lo cual, a su vez, ha favorecido el crecimiento económico en esos
sectores.
Al mismo tiempo,
la IED se ha convertido en un importante generador de empleos y una fuente de
recursos que han complementado la inversión nacional. Del año 2004 hasta la
fecha la IED en el país ha sido por el orden de los 15 mil millones de dólares.
La República
Dominicana ofrece oportunidades de inversión en diversas áreas y a todos los
niveles, destacándose los sectores: Turismo, call centers, realización de
software, instrumentos médicos, textiles y confecciones, componentes eléctricos
y electrónicos, Biotecnología, investigación y desarrollo, productos para la
salud, agro negocios, invernaderos, minería, energía renovable, parque
cibernético y comercio.
Todo esto ha
convertido a la nación en un paraíso para la inversión, en la meca, la líder de
recepción de mayor IED en toda América Latina y el Caribe.