Redacción Central
Fuente. Quivo
Fuente. Quivo
MUNDO.- Aleppo, al norte de Siria,
se ha convertido en una de las áreas más afectadas por los continuos
bombardeos como resultado de la guerra.
Seis
niños, entre ellos un bebé de nueve meses de edad, sobrevivieron
durante ocho semanas solos en una pequeña casa dañada por las bombas.
Esta
ciudad solía ser una de las más importantes en Siria, con una población
de cerca de 2.3 millones de habitantes. También era reconocida por ser
el centro industrial y financiero del país.
Ahora, sólo esta llena de odio, miedo y destrucción.
Durante
dos terribles meses, estos hermanos sufrieron una de las incursiones
más intensas desde que comenzó la guerra en Siria, hace seis años.
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Mohammed,
de 12 años, relata que vivían de un pedazo de pan al día. Y que se
limpiaban con trozos de papel que conseguían en la basura.
Junto
a sus hermanos menores Hanadi, Ibrahim, Doha, Zakaria y Yamen, los
niños se vieron obligados a defenderse por sí mismos después de que su
padre, un combatiente rebelde desapareció.
"No
tengo miedo de vivir aquí", dijo el valiente Mohammed que, a pesar de
su corta edad, ha tomado su lugar como jefe de la familia.
"Nuestra casa fue destruida. No sé por qué mi madre fue arrestada. Ahora cuido de todo el mundo," dijo.
Afortunadamente,
los niños fueron rescatados por trabajadores locales de la Asociación
Católica de Desarrollo Internacional del Reino Unido (CAFOD)
Ahora viven en la relativa seguridad de un orfanato sirio cuya ubicación no puede ser revelada.
Los
rescatistas los encontraron viviendo en condiciones deplorables,
acurrucados debajo de mantas sucias en una pequeña habitación en el
primer piso de un edificio medio destruido.
El barrio de Aleppo está desprovisto de electricidad, calefacción, agua, y comida.
Las desgarradoras fotos muestran a los niños rodeados por ruinas de edificios marcados con balas y calles vacías y polvorientas.
Diariamente los pequeños recorrían los edificios bombardeados para buscar chatarra y venderla a cambio de comida y agua limpia.
Mohammed explicó: "Comemos una vez al día en la mañana. Por lo general es sólo pan. A veces conseguimos comida de las organizaciones benéficas."Mientras que Hanadi, la única niña, reveló:
"Antes de la guerra Mohammed y yo íbamos a la escuela. Los otros nunca han ido a la escuela," añadió.
Los
niños habían estado viviendo solos en la cáscara de un edificio desde
que una bomba destruyó su hogar mientras ellos todavía estaban dentro,
enterrándolos en escombros.
"Estábamos en la casa cuando un cañón la golpeó", dijo Mohammed, quien, junto con sus hermanos, fue rescatado por sus vecinos.
Los
trabajadores de la caridad, habían ido de casa en casa ayudando a las
personas desamparadas cuando se encontraron con Mohammed caminando por
las calles descalzo.
Él los llevó a la habitación donde su
hermano pequeño Yamen estaba siendo acunado por uno de los niños, con la
piel cubierta de tierra.
Los socorristas relatan que Mohammed había estado bebiendo perfume. Al parecer, porque contenía alcohol.
Sus
vecinos dijeron que sus padres lo hacían, y que quizás él podría
estarlos copiando. "Tal vez intentaba apagar el dolor," dijo uno de
ellos.
Eso entristeció a los voluntarios.
Nadie puede entender cómo, pero estos hermanos fueron capaces de sobrevivir por dos meses, sin ninguna protección.
Ningún
niño debería vivir en condiciones tan deplorables. La guerra ha marcado
su vida, pero esperemos que estos hermanos puedan reunirse con su
familia nuevamente.
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