sábado, 23 de mayo de 2009
Se pone color de hormiga el caso de la muerte del recluso Florián Feliz: No encuentra rastro de pólvora en la mano del capitán Oca Jimenez
Por la Redacción Central
SANTO DOMINGO. El caso de la muerte del recluso Rolando Florián Feliz se complicó este sábado luego que un periódico local revelara que en el análisis forense realizado al capitán Lino de Oca Jiménez no fueron hallados residuos de pólvora en sus manos, pese a que él se responsabilizó de la muerte a tiros del narcotraficante la noche del sábado 16 de este mes en la cárcel de Najayo.
Según el periódico El Nacional, el certificado de análisis forense 2522-02-2009, que figura en el informe entregado el viernes al procurador general de la República, Radhamés Jiménez, los comisionados precisan que los análisis de reactivo químico "no destetaron residuos de polvora en los dorsos de las manos del investigado”.
Los comisionados determinaron además que la pistola asignada al capitán no fue disparada, mientras que la asignada al teniente coronel José Antonio Pulinario Rodríguez fue de la que se hicieron los disparos que impactaron en el cuerpo de Florián Féliz, dice la publicación.
De acuerdo al informe, la puerta de la celda de Florián Féliz fue tocada en tres ocasionados para que sacara a Daneris de los Santos y una menor que desde las 2:00 de la tarde habían ingresado a su celda.
La primera llamada del coronel Pulinario Rodríguez al capitán De Oca Jiménez se produjo a las 5:00 de la tarde, para que sacara a las mujeres de la celda. La orden dada al capitán fue asignada al primer teniente Joel Labour Veras y al sargento mayor Manuel Pinales Santana, quienes tocaron la puerta varias veces sin que Florián Féliz les abriera. Ante esa situación optaron por llamar al coronel Pulinario Rodríguez, quien decidió regresar al penal y a las 7:30 de la noche tocó la puerta varias veces, pero tampoco abrió y las mujeres permanecían en el interior de la celda.
Las últimas llamadas para que abriera la puerta se produjeron entre las 8:00 y las 9:00 de la noche, cuando Florián Féliz salió airado vociferando palabras ofensivas, tras advertirles a las mujeres que le esperaran en la celda, que él iba a resolver el problema. Salió con el cuchillo con el que agredió al coronel y al capitán en la parte frontal del penal.
En más de una ocasión habrían intentado sobornar al capitán De Oca Jiménez, lo que fue rechazado por el oficial. Por eso le pusieron “Prebenda” como sobrenombre.
De acuerdo a las investigaciones, en el primer intento rechazó 500 mil pesos para que dejara entrar dos cajas de whisky, y la segunda vez fue cuando lo invitaron a participar en un banquete celebrando un cumpleaños, lo que también rechazó.
Al capitán no le tocaba trabajar en el área donde estaba Florián Féliz recluido y ese día el oficial al que le correspondía no se presentó.
El servicio en el área donde estaba Florián le fue asignado a las 4:00 de la tarde después de regresar de La Victoria, a donde llevó varios presos a jugar pelota.
Cuando llegó de La Victoria le entregaron la llave de la zona de alta seguridad. Esa llave sólo la manejaba el supervisor del área en que están recluídos los acusados de la matanza de Paya, Baní.
“Capitán, ¿usted se dió cuenta que en la celda de Florián hay dos mujeres?”, le preguntó el coronel Pulinario Rodríguez.
“No vaya usted, pues usted sabe que no le cae bien a ese hombre”, le aconsejó, y por eso envió al teniente y al sargento, quienes le decían a Florián: “saque las mujeres, saque las mujerespero él nunca abrió la puerta, precisa el informe.
Durante los interrogatorios, el capitán dijo no recordar cuántos disparos hizo de frente, porque estaba nervioso. Tampoco recordó cómo consiguió el arma, “Yo no lo iba a matar, le disparé porque atentó contra mi vida y la del coronel”, dijo.
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