Redacción
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WASHINGTON, (AFP) – El acuerdo político alcanzado en Haití para celebrar elecciones legislativas y municipales en octubre representa un “giro” en la historia del país, afirmó el jueves la jefa de la Misión de la ONU para la Estabilización en ese país (MINUSTAH).
“El consenso generalizado es que este (acuerdo) marca un nuevo giro en la cultura política del país. Fue un diálogo político sin ninguna participación de la comunidad internacional, y eso es muy bueno”, dijo la diplomática Sandra Honoré, de Trinidad y Tobago.
Ese acuerdo, alcanzado gracias a la mediación del primer cardenal haitiano Chibly Langlois, prevé la organización de las elecciones de 20 senadores, un centenar de diputados y legisladores locales.
Según los términos del acuerdo, los partidos pactaron también “el establecimiento de un gobierno de apertura capaz de inspirar confianza y de crear las condiciones necesarias para realizar elecciones libres, honestas y democráticas”.
En ese marco, dijo Honoré, “no veo razones para que las elecciones no tengan lugar” en la fecha prevista, el 26 de octubre.
La jefa de la MINUSTAH minimizó las posibilidades de que la ONU decida en el corto plazo una drástica reducción de su contingente en Haití, al punto de poner en riesgo la propia realización de las elecciones.
“Los principales contribuyentes con tropas en América Latina, que han demostrado su solidaridad en ayudar a una nación en el hemisferio, están comprometidos en asegurar que los logros que se han alcanzado sean preservados”, dijo.
Honoré agradeció en especial una donación de un millón de dólares efectuada por Brasil para la organización de esas elecciones, pero admitió que los donantes internacionales aún tenían trabajo por delante.
De acuerdo con la diplomática, el costo de las elecciones ha sido estimado en unos 45 millones de dólares, aunque las donaciones internacionales hasta el momento han alcanzado la cifra de 34,5 millones.
Honoré apuntó también que el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, delineó al Consejo de Seguridad cinco opciones posibles para el futuro de la misión en Haití.
La primera opción será la retirada general de la misión; la segunda contempla la salida de todo el personal uniformado, al tiempo que la tercera prevé la permanencia del personal dedicado a la tarea policial.
La cuarta opción contempla el mantenimiento de efectivos solamente en lugares estratégicos, y la quinta opción prevé una reducción muy progresiva del personal, tanto civil como uniformado.
“Estamos en el inicio de la discusión, y es prematuro decir cuál será la decisión. Estamos en la fase de consolidación de la misión. Solamente al final del proceso de consolidación es que se iniciará el proceso de reconfiguración de la misión”, dijo.
“El consenso generalizado es que este (acuerdo) marca un nuevo giro en la cultura política del país. Fue un diálogo político sin ninguna participación de la comunidad internacional, y eso es muy bueno”, dijo la diplomática Sandra Honoré, de Trinidad y Tobago.
Ese acuerdo, alcanzado gracias a la mediación del primer cardenal haitiano Chibly Langlois, prevé la organización de las elecciones de 20 senadores, un centenar de diputados y legisladores locales.
Según los términos del acuerdo, los partidos pactaron también “el establecimiento de un gobierno de apertura capaz de inspirar confianza y de crear las condiciones necesarias para realizar elecciones libres, honestas y democráticas”.
En ese marco, dijo Honoré, “no veo razones para que las elecciones no tengan lugar” en la fecha prevista, el 26 de octubre.
La jefa de la MINUSTAH minimizó las posibilidades de que la ONU decida en el corto plazo una drástica reducción de su contingente en Haití, al punto de poner en riesgo la propia realización de las elecciones.
“Los principales contribuyentes con tropas en América Latina, que han demostrado su solidaridad en ayudar a una nación en el hemisferio, están comprometidos en asegurar que los logros que se han alcanzado sean preservados”, dijo.
Honoré agradeció en especial una donación de un millón de dólares efectuada por Brasil para la organización de esas elecciones, pero admitió que los donantes internacionales aún tenían trabajo por delante.
De acuerdo con la diplomática, el costo de las elecciones ha sido estimado en unos 45 millones de dólares, aunque las donaciones internacionales hasta el momento han alcanzado la cifra de 34,5 millones.
Honoré apuntó también que el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, delineó al Consejo de Seguridad cinco opciones posibles para el futuro de la misión en Haití.
La primera opción será la retirada general de la misión; la segunda contempla la salida de todo el personal uniformado, al tiempo que la tercera prevé la permanencia del personal dedicado a la tarea policial.
La cuarta opción contempla el mantenimiento de efectivos solamente en lugares estratégicos, y la quinta opción prevé una reducción muy progresiva del personal, tanto civil como uniformado.
“Estamos en el inicio de la discusión, y es prematuro decir cuál será la decisión. Estamos en la fase de consolidación de la misión. Solamente al final del proceso de consolidación es que se iniciará el proceso de reconfiguración de la misión”, dijo.