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Señor Director:
He leído nuevamente en un
comentario del sitio de internet de ese diario la persistente presencia
de un lector con la misma alusión a mí, y veo qué curioso es que ese
lector repita persistentemente, y ahora, 24 años después, el estribillo
de los mentirosos y calumniadores.
Juan Bosch nunca me acusó de traidor, a
diferencia de lo que dijo en público de otros, y mantuvimos nuestra
amistad todos los años siguientes al 1990. Él más que nadie sabía que
siempre fui leal a Él y al Partido.
En ocasiones luego de 1990
le ví en diferentes lugares, y nos manifestábamos el mismo afecto. En
sus oficinas. En la puesta en circulación de libros.Y el 30 de junio de
1998 en la Biblioteca Nacional dijo delante de los presentes: ”Bueno,
bueno, bueno”, cuando concluí en voz alta de leer un fragmento de su
libro ”Historia de la Restauración”.
Si Usted quiere saber qué pensaba de mí Juan Bosch, y qué ocurrió conmigo y Bosch en 1990, pregúntele al accionista del Listin, a nuestro común amigo Marcelo Bermúdez. Él conoce detalles inéditos.
Yo a Juan Bosch le expliqué detalladamente lo que había ocurrido con los computos antes de hacer pública una carta el 20 de mayo de 1990, cuatro días después de las elecciones.
Debo destacar que el Centro Carter de Atlanta, que fue observador en las elecciones de 1990 con el Presidente Jimmy Carter a la cabeza de un grupo de expertos, tiene colocado en internet su informe sobre esas Elecciones Dominicanas de 1990.
Si Usted quiere saber qué pensaba de mí Juan Bosch, y qué ocurrió conmigo y Bosch en 1990, pregúntele al accionista del Listin, a nuestro común amigo Marcelo Bermúdez. Él conoce detalles inéditos.
Yo a Juan Bosch le expliqué detalladamente lo que había ocurrido con los computos antes de hacer pública una carta el 20 de mayo de 1990, cuatro días después de las elecciones.
Debo destacar que el Centro Carter de Atlanta, que fue observador en las elecciones de 1990 con el Presidente Jimmy Carter a la cabeza de un grupo de expertos, tiene colocado en internet su informe sobre esas Elecciones Dominicanas de 1990.
Sostiene este documento, firmado por el Presidente Carter, que el
conjunto de irregularidades de aquellas elecciones de 1990 no constituyó
un fraude propiamente dicho.
Cita numerosas fuentes, oficiales, y de
los partidos de oposición, para llegar a sus conclusiones. Uno de los
documentos del Informe es mi carta del 20 de mayo.A finales del 2011 en el Palacio
Nacional el Presidente Leonel Fernández condecoró a Carter, ocasión en
la cual según reseñas periodísticas dijo Fernandez que Carter evitó la
violencia en 1990.
Leonel mejor que nadie conoce la verdad sobre aquel
proceso electoral, y los motivos de mi carta con el tiempo debe haberlos
comprendido.
En 1990 fui Coordinador Nacional de
Informática y Comunicaciones del PLD para las elecciones por decisión
del compañero Felucho Jiménez, Jefe Nacional de Campaña (el Segundo jefe
en el mando de campaña era el compañero Danilo Medina).
El Comité Político lo integraban Juan
Bosch, Felucho Jiménez, José Joaquín Bidó Medina y Lidio Cadet (minoría
de 4), frente a Max Puig, Vicente Bengoa, Juan de la Cruz Buret, Nélsida
Marmolejos y Mildred Guzmán (5 que se reunían aparte, como los vi
llegando a reunirse meses antes de las elecciones en un apartamento
vecino al mío).
Es evidente que el Comité Político no supo o no pudo, o
no quiso, realizar las alianzas que le permitieran ganar las elecciones.En 1994 el PLD cayó en un
tercer lugar, y dos años antes Juan Bosch ante los medios declaró
traidores a varios de los que cometieron los errores que en 1990
impidieron que el PLD realizara las alianzas para ganar las elecciones.
En 1996, valga la paradoja, para acceder al Gobierno el PLD hace una alianza y recibe el respaldo nada más y nada menos que de Joaquín Balaguer, a quien se acusaba de cometer el denunciado ”fraude” de 1990.
Un mes aproximadamente antes del 16 de mayo de 1990, la secretaria de Juan Bosch y miembro del Comité Político, Mildred Guzmán, me dijo que por instrucciones del Comité Político -que se reunía semanalmente y tenía el efectivo control del partido- yo y el compañero Rafael Espinal debíamos constituir junto al compañero Leonel Fernández (quien era en ese momento encargado de prensa del partido), un equipo de trabajo en esta materia para el resto de la campaña.
En 1996, valga la paradoja, para acceder al Gobierno el PLD hace una alianza y recibe el respaldo nada más y nada menos que de Joaquín Balaguer, a quien se acusaba de cometer el denunciado ”fraude” de 1990.
Un mes aproximadamente antes del 16 de mayo de 1990, la secretaria de Juan Bosch y miembro del Comité Político, Mildred Guzmán, me dijo que por instrucciones del Comité Político -que se reunía semanalmente y tenía el efectivo control del partido- yo y el compañero Rafael Espinal debíamos constituir junto al compañero Leonel Fernández (quien era en ese momento encargado de prensa del partido), un equipo de trabajo en esta materia para el resto de la campaña.
Le dije a ella que ya yo tenía otra responsabilidad, y me
dijo que yo podía hacer las dos cosas. Acepté
El equipo de infomática y
comunicaciones fue profesionalnente estructurado. Los compañeros Danilo
Díaz, Jimmy Durán y Freddy Pérez formaron parte del mismo, incluso
participó el fallecido esposo de Alma Fernández.
Felucho me escogió porque fue mi
profesor de economía en Intec, donde yo estudié de 1981 a 1985
Ingeniería de Sistemas sin graduarme.José Ureña autorizó a Dato Centro a que
nos facilitara un sistema Unisys, el mejor entonces en 1990. Los datos
compilados técnicamente fueron publicados en el Informe Carter.
Añado
que en 1996, cuando ganó Leonel, fue Dato Centro la empresa que dio
soporte técnico a la Junta Central Electoral.
Lo que quiere decir que
los cómputos procesados en el equipo de Dato Centro, con todo su soporte
técnico, tenían que ser eficientes también en 1990.
El 20 de mayo de 1990 le entregué esos
datos completos a Bienvenido Álvarez Vega, director de El Siglo,
propiedad de Bancomercio, que presidía José Ureña (Nene), y quien fue
colocado en esa posición periodística porque Nene me consultó varios
nombres y se lo sugerí.
Don Alejandro Grullón, a través de su
hijo Manuel Alejandro -a quienes me unen lazos de familia y amistad- me
mandó a preguntar el mismo domingo 20 de mayola situación de nuestros datos electorales.
En la prensa del día anterior, sábado 19 de mayo,
sobre todo el Listín, se informa la versión del PRD de José Francisco
Peña Gómez, y del PRI de Majluta, de la Junta Central Electoral y otros
que ya indicaban que el Dr. Balaguer con sus aliados le ganaba al PLD
con Bosch.
Entonces ni el partido de Vincho ni el Partido Quisqueyano
Demócrata no nos apoyaron porque no hicimos alianzas.
Esa lección se
aprendió después.Sin embargo, en la mañana del sábado 19 de mayo 1990 se soltaban los demonios. Y las calumnias y mentiras que repite este señor.
Maximiliano Robespierre y su grupo
comenzaron a propagar la versión de que en el Centro de Cómputos había
traidores.
Dijeron muchos disparates y mentiras: que el dirigente
reformista Macorís lo infiltró, que Carlos Morales Troncoso trajo a un
italiano para realizar fraudes y otras mentiras.
En la noche de ese día 19 se me impidió
entrar al Centro de Cómputos, en el cual Robespierre había infiltrado a
varios de sus calumniadores. Robespierre, con la manipulación y el
poder que llegó a alcanzar en el partido, mantuvo fastidiándonos durante
semanas a un señor apellido Febrillet que fue director de Bienes
Nacionales en el gobierno de Salvador Jorge Blanco y que se hacía pasar
por gran experto en estos asuntos.
La razón de que el lunes 21 de mayo de
1990 apareciese en todos los medios mi carta a Juan Bosch dando a
conocer nuestros resultados fue la intervención del Centro de Cómputos y
mi separación del mismo sin que me lo informaran las autoridades del
partido. Todavía hoy no se conoce quién ordenó interrumpir el proceso de
los cómputos del PLD.
Ese mismo lunes 21 de mayo de 1990
comenzó la campaña mediática contra mí en el programa de los Medios
Corripio por Teleantillas UNO + UNO. La encabezaron en ese medio por la
mañana Robespierre, Juan Bolívar Díaz y Margarita Cordero, y luego, lo
que dijeron allí, lo convirtieron en reportaje en el periódico
El Siglo, publicado luego en otros medios como espacio pagado. Robespierre, sin embargo, dos años después fue expulsado del partido por el propio Juan Bosch, quien dijo que eran unos traidores aquellos a quienes por error el PLD había admitido diez años antes entrando por la dirección sin haber recibido la formación peledeísta de base.
Ellos ingresaron al PLD creyendo que en la ancianidad de Bosch se quedarían con el partido o con un pedazo del mismo. Pero compañeros como Euclides Gutiérrez Félix, Norge Botello y otros siempre los enfrentaron, hasta el punto de que lograron en 1992 que Juan Bosch adoptara una actitud firme ante ellos.
Miguel Cocco me visitó en junio de 1995 en el que fue un apartamento mío en la calle Capitán Eugenio de Marchena #10 y me contó que en 1990 delante de él, el muy queridísimo amigo y padre intelectual Juan Bosch le dijo a Robespierre: “Víctor Grimaldi es mi amigo”, cuando Robespierre buscaba que Bosch me atacara.Cocco sí conocía muy bien la calaña de Robespierre.
El Siglo, publicado luego en otros medios como espacio pagado. Robespierre, sin embargo, dos años después fue expulsado del partido por el propio Juan Bosch, quien dijo que eran unos traidores aquellos a quienes por error el PLD había admitido diez años antes entrando por la dirección sin haber recibido la formación peledeísta de base.
Ellos ingresaron al PLD creyendo que en la ancianidad de Bosch se quedarían con el partido o con un pedazo del mismo. Pero compañeros como Euclides Gutiérrez Félix, Norge Botello y otros siempre los enfrentaron, hasta el punto de que lograron en 1992 que Juan Bosch adoptara una actitud firme ante ellos.
Miguel Cocco me visitó en junio de 1995 en el que fue un apartamento mío en la calle Capitán Eugenio de Marchena #10 y me contó que en 1990 delante de él, el muy queridísimo amigo y padre intelectual Juan Bosch le dijo a Robespierre: “Víctor Grimaldi es mi amigo”, cuando Robespierre buscaba que Bosch me atacara.Cocco sí conocía muy bien la calaña de Robespierre.
Cocco, Pedro Vergés, Norge Botello y otros compañeros, a
instancias de una persona muy querida de Don Juan, constituímos desde
1989 un kitchen cabinet para cuidar a Don Juan de ciertas influencias
que la persona muy cercana y querida de Don Juan no quería que dominaran
e influyeran a Don Juan.
La verdad de lo que pasó en el Centro
de Cómputos en 1990 es que las intrigas de Robespierre no le permitieron
en 1990 manipular la suerte del país ni la del PLD.
Él y su gente pensaban que heredarían el liderazgo de Bosch sin haber sido nunca verdaderos peledeístas. Llegaron deformados en los años 80 al partido cuando ya la organización se había desarrollado.
No fue a ellos, sino a gente como Leonel y Danilo a quienes les ha tocado liderear la organización porque Leonel y Danilo comenzaron desde el inicio del PLD a formarse desde abajo, en la base del partido.
Robespierre poco a poco fue perdiendo a sus aliados que se fueron con él, como por ejemplo mi buen amigo y hermano Vicente Bengoa, quien sí se formó en la base del partido.Robespierre caribeño se ha repetido como una farsa de aquel trágicamente Verdadero de 1794 en París.
Cordiales Saludos de
Víctor Manuel Grimaldi Céspedes
Él y su gente pensaban que heredarían el liderazgo de Bosch sin haber sido nunca verdaderos peledeístas. Llegaron deformados en los años 80 al partido cuando ya la organización se había desarrollado.
No fue a ellos, sino a gente como Leonel y Danilo a quienes les ha tocado liderear la organización porque Leonel y Danilo comenzaron desde el inicio del PLD a formarse desde abajo, en la base del partido.
Robespierre poco a poco fue perdiendo a sus aliados que se fueron con él, como por ejemplo mi buen amigo y hermano Vicente Bengoa, quien sí se formó en la base del partido.Robespierre caribeño se ha repetido como una farsa de aquel trágicamente Verdadero de 1794 en París.
Puede Usted señor director
darle el uso que considere a esta nota que contiene apenas una parte de
las cosas que tengo registradas de este viacrucis del que ha salvado mi
existencia desde 1990 solamente una Mano Poderosa del Infinito, la
Providencia en la que no creen los desgraciados.
Víctor Manuel Grimaldi Céspedes